Canción de la Tierra: los ecos del Antropoceno en la Historia Geológica
Canción de la Tierra: los ecos del Antropoceno en la Historia Geológica
Había una vez un mundo en constante cambio, una sinfonía geológica que resonaba con los susurros del viento, el rugido de los océanos y el estruendoso arribo de algún meteorito. La Tierra, con su vasta historia, lleva las marcas de las erupciones volcánicas que esculpieron montañas como el Llullaillaco en Salta, las glaciaciones que tallaron los Grandes Lagos en Norteamérica y la danza lenta de las placas tectónicas que formaron los Andes. Pero entonces, algo cambió. Un nuevo actor subió al escenario: la humanidad.
El Antropoceno es un período cuya característica principal es el impacto de la humanidad en los sistemas naturales de la Tierra. Una época donde nuestras actividades se convierten en una fuerza que modifica la biodiversidad y la geología planetaria, donde lo artificial tiene más peso que lo natural (Elhachman et al., 2020). Para Paul Crutzen, premio Nobel de química, ya no podemos seguir denominando a nuestra Época geológica Holoceno, sino Antropoceno (Iberdrola, 2023).
Para algunos investigadores científicos los primeros acordes del Antropoceno comenzaron en algún lugar de las profundidades del tiempo, con nuestros ancestros cazadores y recolectores conviviendo con los gliptodontes y mamuts. Fue entonces cuando los humanos comenzamos a dejar nuestras tenues huellas en el planeta.
Nos movemos en el tiempo para admirarnos de los acueductos de la Antigua Roma y las terrazas de cultivos de los Incas. Así, para otros científicos, como el paleoclimatólogo William Ruddiman (2003), el comienzo del Antropoceno hay que buscarlo cuando los grupos humanos pasaron a la agricultura extensiva. Fue entonces que moldeamos la Tierra de manera más poderosa.
Pero fue durante la Revolución Industrial cuando la melodía del Antropoceno se volvió ensordecedora. Comenzó en la Inglaterra en el siglo XVIII donde las máquinas rugieron y las fábricas exhalaban nubes de humo, tejiendo una red de influencia humana que se entrelaza con la misma estructura geológica. Un crescendo del sonido de los motores de las fábricas, de los automóviles, los barcos, los aviones y los electrodomésticos.
Fue en el siglo XIX cuando los niveles de dióxido de carbono (CO2) y metano tuvieron un notable aumento (Zamora et al., 2015), dejando cicatrices en el hielo y en las capas de sedimentos marinos. El hormigón se convirtió en una firma indeleble, una señal de la habilidad humana para modificar el mundo que habitamos, como los edificios y el pavimento que cubren las ciudades modernas.
La historia del Antropoceno está llena de descubrimientos asombrosos y controversias deslumbrantes. ¿Realmente los humanos nos hemos convertido en una fuerza geofísica global? Algunos científicos argumentan que el cambio es innegable y que estamos en una nueva Época geológica . Según el geólogo Jan Zalasiewicz, "el Antropoceno es diferente de todo lo que ha ocurrido en los últimos millones de años". El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluyó que hay un 95% de certeza de que la actividad humana es la causa dominante del calentamiento (IPCC, 2013).
Sin embargo, hay críticas desde científicos sociales al concepto mismo de Antropoceno (Ulloa, 2019), ya que el mismo señalaría a todas las personas, la especie humana en su conjunto, como los responsables de los problemas ecológicos actuales. Si escuchamos con más atención, podremos advertir los matices en la composición planetaria.
El término Capitaloceno (Issberner y Léna, 2018) busca afinar el oído, porque algunas naciones interpretan notas fuertes y resonantes por su alta participación en el consumo energético global, lo que agrega más daño al medio ambiente. Los países que más emiten CO2 son China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón (DW, 2022).
Pero no se trata solo de los países, sino también de la desigualdad económica. La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la cantidad de gases de efecto invernadero que son emitidos por una actividad, producto, empresa, país o persona. Y podemos encontrar estudios que dan cuenta que que el 10% de la población de los estratos superiores de ingreso causan más de un tercio de las emisiones globales de efecto invernadero, mientras que el 50% inferior es responsable de tan solo el 15% de las mismas (Rosas Sánchez y Tanuro, 2021).
Nos encontramos en una encrucijada, entre la maravilla de nuestras creaciones y la responsabilidad de nuestras acciones. El concepto Antropoceno nos desafía a considerar el papel que desempeñamos en esta sinfonía planetaria. ¿Podremos cambiar la melodía, reconociendo la influencia que tenemos y dirigiéndola hacia la armonía con la Tierra en lugar de la discordia?
En última instancia, el Antropoceno es más que una simple etiqueta geológica. Es un recordatorio de que nuestra historia está entrelazada con la de la Tierra, y que nuestras elecciones determinarán la nota final de esta melodía. Así que escuchemos con atención, aprendamos de los ecos del pasado y comencemos a componer un futuro en el que nuestra huella sea una canción de equilibrio y coexistencia.
AL Ortiz (2023, andresortiz.com.ar@gmail.com)
Lic. en CCSS y profesor en Historia
Dpto. Comunicación (DTySE), Fundación Miguel Lillo.
Referencias:
Elhacham, E., Ben-Uri, L., Grozovski, J. et al. (2020) Global human-made mass exceeds all living biomass. Nature 588, 442–444. https://doi.org/10.1038/s41586-020-3010-5.
DW (2022). Cinco países acaparan casi dos tercios de las emisiones.
Iberdrola (2023). El antropoceno, la era en la que lo artificial tiene más peso que lo natural.
IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change). (2013). Climate change 2013: The physical science basis. Contribution of working group I to the fifth assessment report of intergovernmental panel on climate change. Disponible en http://www.climate2013.org/images/report/WG1AR5_ALL_FINAL.pdf
Issberner, L. y Léna, P. (2018). Antropoceno: la problemática vital de un debate científico. Correo de la UNESCO.
Rosas Sánchez, G. y Tanuro, D. (2021). Antropoceno y/o Capitaloceno. Revista Viento Sur.
Ruddiman, W. (2013). The Anthropogenic Greenhouse Era began thousands of year ago. Climatic Change 61: 261–293, 2003.
Ulloa, A. (2019). LA ERA DEL SER HUMANO:¿Vivimos el Capitaloceno? Cosmos, Goethe-Institut Kolumbien.
Zamora, M., Huerta, A., Pérez Maqueo, O., Badillo, G. y Bernal, G. (2015). Cambio global: el Antropoceno. Ciencia Ergo Sum, vol. 23, núm. 1, pp. 67-75, 2015.