Comportamiento animal en tiempos de cuarentena
Comportamiento animal en tiempos de cuarentena
Cecilia I. Robles, Viviana I. Juarez Heredia, Marcela Correa, Gabriela Salva y Luciana Vivas.
Mientras los humanos estamos confinados en nuestros hogares los animales volvieron a ocupar lo que era suyo, su espacio, sus ambientes y su tiempo. En estos días se han viralizado numerosas fotografías y videos de estos casos, donde se observan animales caminando y deambulando libremente por las distintas ciudades de muchos países. Esto nos asombra, pero en realidad los animales simplemente están explorando estos “nuevos” ambientes libres de estresores, es decir de nosotros y esto para ellos, constituye fuente de recursos (refugio y comida). Las especies que pueden observarse con mayor facilidad son las que están acostumbradas a la presencia humana, aunque son difíciles de percibir en los escenarios urbanos tradicionales donde hay un alto flujo de personas en las calles y el tránsito de vehículos (por ejemplo los zorros).
Debido al avance de las ciudades, muchas especies animales han sido desalojados de sus ambientes naturales, y el comportamiento es la respuesta inicial a estas perturbaciones ambientales. De esta manera los animales se han adaptado en muchos casos, a lugares subóptimos desde el punto de vista de los recursos necesarios para su supervivencia. Las respuestas comportamentales a los estresores o perturbaciones (contaminación auditiva, visual, olfativa, pérdida de hábitat etc.) pueden ser observadas en distintos contextos como alimentación, comunicación social, evitar depredadores, dispersión y elegir una pareja. Algunos ejemplos conocidos de estas respuestas comportamentales a la perturbación, son las aves que cantan a una frecuencia mínima más alta en ambientes urbanos que son ruidosos, o las crías de tortugas marinas que se desorientan por las luces artificiales en las playas.
El comportamiento animal de muchas especies es plástico, es decir, puede modificarse bajo ciertas circunstancias en un corto o mediano plazo. Esta plasticidad comportamental permite explicar la habilidad de algunas especies para explotar oportunidades de alimentación novedosa y se vuelven altamente exitosas en ambientes urbanos, por ejemplo algunas especies de aves rapaces son vistas en estos tiempos de aislamiento, sobrevolando en mayor número y frecuencia en la ciudad, usando las antenas de los edificios para avistar a sus presas (palomas) . Sin embargo esta plasticidad puede jugar en contra, particularmente cuando las especies son expuestas a condiciones muy diferentes a su historia natural. Esta situación puede surgir si las actividades humanas interrumpen las señales usadas por los animales para el proceso de toma de decisiones, por ej comer o aparearse, llevando a las especies a caer en una trampa ecológica. Esto podría estar ocurriendo en este tiempo de cuarentena, ya que para muchos animales, visitar sitios urbanos solo habrá sido una trampa ecológica, es decir, una falsa percepción de que éstos son lugares adecuados para vivir cuando, en realidad, no lo son. Es muy probable, que mientras dure el aislamiento, seguirá observándose el avistamiento de fauna, sobre todo en lugares donde todavía quedan hábitats naturales en buen estado de conservación.
Lo cierto es que esta crisis nos ha hecho comprender que el impacto humano en nuestro ambiente llevó y lleva a una pérdida de los ambientes y de su biodiversidad asociada. Nos detuvimos por un momento y tenemos la posibilidad de sorprendernos con los avistajes de muchas especies animales (incluso algunas que se creía extintas), es un tiempo de reflexión y de toma de conciencia para respetar, proteger y conservar nuestro planeta, por nosotros y por las futuras generaciones. Este beneficio para la naturaleza vivenciado en las últimas semanas, será temporal y lo más probable, es que una vez que se retome a una “nueva normalidad”, los animales vuelvan a los lugares donde usualmente estaban. Una nueva etapa está comenzando después del COVID 19, y es imperioso un cambio de nuestros hábitos diarios, no solo a nivel sanitario, sino también a una nueva concientización sobre la naturaleza y el medio ambiente.