Demetrio Iramain. Retrospectiva homenaje
Palabras clave:
Centro Cultural Rougés, ArteSinopsis
La pintura de Demetrio Iramain tiene una proyección muy clara y durante todos sus momentos, si bien ha variado en lo superficial, ha mantenido sus caracteres esenciales. En cuanto a la temática, siempre ha conjugado la relación paisaje-personaje dando a cada uno su propio papel. Sus figuras tienen constante un cierto carácter sintético, un dejo de esquicio y un planteo ligero, certero, que tienen la agilidad del croquis y su movimiento, mientras conserva la ubicación y jerarquización de cada personaje dentro de una composición organizada. Ellas animan y ambientan escenas, y están tomadas a grandes brochazos, con caracteres casi escenográficos, y jamás caen en el detallismo individual de interés psicológico.
Su temática será sobre todo, el campo tucumano, sus personajes y sus faenas. A veces emprenderá motivos de La Boca y en algún momento —teniendo el artista problemas de salud— pintará flores y naturalezas muertas. Tomados del natural o realizados en base a apuntes, su adhesión a la realidad será invariable. Pero esa adhesión no solo involucra un respeto por lo que se percibe, sino una perfecta adecuación espiritual y cromática: una verdadera “ambientación”, que no surge de la mera trascripción perceptiva sino de una verdadera emoción subjetiva. Iramain —podemos decir— es el “más tucumano” de nuestros paisajistas. Y como tal, su pintura ha ganado jerarquía nacional, según lo avalarán la crítica y los premios en repetidas ocasiones. Sin lugar a dudas, es uno de los buenos pai- sajistas argentinos. Se podría acotar que su obra puede ser tildada, a veces, de “despareja”. Pero una selección de ellas condensa, en un máximo nivel, un len- guaje estético rotundo, certero y profundamente nuestro.