L. E. Erazzú et al.: Efectos de la densidad de siembra sobre Chenopodium quinoa Willd
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mano se puede hacer en dos formas: realizan-
do un pequeño orificio sobre el surco y depo-
sitando una cantidad variable de semillas
(entre 5 y 10), las que luego se tapan con sue-
lo del lugar. También se puede hacer a chorri-
llo. En este último caso, las semillas fluyen
desde la mano del sembrador directamente
hacia el surco donde se ha demarcado una lí-
nea de poca profundidad (entre 2 - 3 cm) y
luego se tapa las semillas con tierra. Otra
práctica muy común en los andes, pero no di-
fundida en el Noroeste Argentino, es la siem-
bra al voleo. Este sistema produce dificultades
para el laboreo posterior aunque en algunos
casos se pasa una rastra en surcos, eliminado
(raleando) las plantas y dejando un surco
para el riego y laboreo (Tapia y Fries, 2007).
Los rendimientos promedios obtenidos en
cultivos realizados en Catamarca, Salta y
Jujuy oscilaron en alrededor de 1,25 Tn/ha
(Andrade et al., 2014) aunque no se indica
que variedades fueron las utilizadas ni el sis-
tema de cultivo utilizado. En otros casos se
han informado rendimientos menores a esta
cifra y otros mayores (González et al., 2010)
pero en este caso los datos provienen de ger-
moplasma proveniente de Patacamaya (Boli-
via) pero cultivados a una altitud de 2.000
m snm. En la actualidad la variedad más di-
fundida y utilizada por los productores en la
región del NOA, es la denominada CICA,
aunque no existen antecedentes agronómicos
o biológicos que justifiquen esta elección o
preferencia. Esta variedad fue obtenida en
Puno (Perú) a partir de un línea de otra de-
nominada Amarilla de Maranganí (Com.
Pers. Dr. Ángel Mujica Sánchez, 2016). Se-
gún observaciones propias, realizadas en el
sitio de cultivo (Encalilla, Tucumán) CICA es
una variedad de porte alto (entre 1,50 a
2,50 m), con ramificaciones únicas o latera-
les según la densidad y fecha de siembra,
con semillas de color amarillento, alta tasa
fotosintética (>30 µmol.m
-2
.s
-1
) y un rendi-
miento de aproximadamente 2,3 Tn/ha
(González et al., 2010). Sin embargo, CICA
posee alto contenido de saponinas (aproxi-
madamente 3% en peso) (Com. Pers. Dr. Vi-
cente Gianna, 2015) y un ciclo de vida de
aproximadamente 150-160 días, lo que im-
plica un tiempo prolongado en el uso del
suelo del lugar, lo que es observado por al-
gunos productores como un tiempo excesivo.
Se debe tener en cuenta que en el caso de
quinoa existen poblaciones y variedades que
prosperan desde el nivel del mar, caso de las
variedades chilenas o algunas peruanas, has-
ta otras que son de zonas de altura (entre
los los 2.000 y 4.000 m snm)(Tapia, 2009).
Por lo tanto, estudiar la adaptación de los
distintos genotipos existentes a las condicio-
nes del NOA así como su manejo agricultu-
ral es una necesidad para cubrir huecos de
información que aún existen para este nue-
vo cultivo. Uno de estos huecos es por ejem-
plo, la densidad de siembra y su relación
con el rendimiento en granos. Así, Tapia y
Fries (2007) para zonas de Bolivia y Perú,
señalan que las quinoas de valle (entre
3.000 y 3.500 m snm) poseen un rango de
rendimiento entre 700 y 2.800 kg/ha mien-
tras que para las quinoas de altiplano (entre
3.800 y 4.000 m snm) el mismo se ubica
entre los 600 y 2.500 kg/ha. Estos valores se
refieren a una densidad de siembra aproxi-
mada de 10 plantas/metro lineal y una dis-
tancia de surcos de entre 0,40 – 0,60 m. En
otras experiencias, realizadas en Amaicha
del Valle (Tucumán, Argentina), con la varie-
dad CICA, se informaron valores de aproxi-
madamente 2.300 kg/ha con espacios entre
plantas de 0,30 m y surcos cada 0,50 cm
(González et al., 2010). En este último caso
la densidad de plantas fue de aproximada-
mente 80.000 plantas/ha. Otros datos, pro-
venientes de cultivo de quinoa en Europa (Ja-
cobsen et al., 1994), realizados en diferentes
años, demostraron un rango de rendimiento
entre 1.730 y 2.941 kg/ha para una densidad
de plantas de 80 y 395 plantas/m
2
y surcos
a una distancia de 0,50 m. Esta densidad
equivaldría a aproximadamente 27 a 130
plantas/metro lineal.
Sin embargo, para la región del NOA to-
davía no existen experiencias agronómicas
concluyentes que indiquen la mejor densidad
de siembra en función de lugares de cultivo
(microclimas), entre otras variables para las
diferentes variedades que se han venido en-
sayando. Se conoce a partir de la fisiología