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A. J. Toselli et al.: Áreas de proveniencia de meta-sedimentos de la Fm. Puncoviscana
En general las secuencias meta-sedimen-
tarias de la Formación Puncoviscana s.l.,
están integradas esencialmente por rocas
clásticas con bajo grado de metamorfismo,
con caracteres de turbiditas (Ježek y Miller,
1986, 1987; Ježek, 1990). Los estudios se-
dimentológicos de (Ježek et al., 1985, 1986;
Ježek, 1990; Durand, 1990) y con apoyo de
datos químicos (Willner et al., 1985; Willner,
1987) describieron las litologías de dichas
rocas meta-sedimentarias (Fig. 2). En gene-
ral la secuencia geológica muestra importan-
te deformación regional y metamorfismo de
bajo a mediano grado. Con desarrollo res-
tringido, se presentan niveles de conglome-
rados, carbonatos e intercalaciones volcáni-
cas (Aceñolaza et al., 1988; Durand, 1990;
Porto et al., 1990; Omarini et al., 1999a;
Escayola et al., 2011).
La continuación de los afloramientos de
la Formación Puncoviscana hacia el sur en
las Sierras Pampeanas, con rocas de mayor
grado metamórfico, es interpretada como
una transición continua (Willner et al., 1987;
Aceñolaza et al., 1988). No obstante uno de
los mayores obstáculos para correlacionar
las diferentes unidades, es la ausencia de
fósiles en amplias regiones, que no permite
subdivisiones dentro de las monótonas se-
cuencias meta-clásticas. Asimismo, las su-
cesiones, litológicamente monótonas, están
afectadas por importantes deformaciones y
actividad magmática del Cámbrico medio al
Ordovícico inferior (Rapela et al., 1998), que
dificulta establecer correlaciones regionales
o medir espesores reales.
Los datos de isótopos de Nd de las rocas
meta-sedimentarias de bajo-grado obtenidos
por Bock et al. (2000); así como los datos de
medio- a alto-grado de metamorfismo (es-
quistos, gneises y calco-silicatos) obtenidos
por Pankhurst et al. (1999); Pakhurst y Ra-
pela (1998); Rapela et al. (1998); Lucassen
et al. (2000), representan solo áreas restrin-
gidas, con edades de formación de corteza
que varía entre 1,5 y 1,8 Ga, para los meta-
sedimentos de bajo grado y de 1,5 a 2,1 Ga,
para las rocas metamórficas de mediano- a
alto grado.
Las edades de circones detríticos conteni-
dos en las rocas, cubre un espectro de prove-
niencias de áreas continentales, con edades
comprendidas entre el Paleo-Proterozoico,
Meso-Proterozoico y Neo-Proterozoico tem-
prano (entre 1900 a 850 Ma). También se
determinan edades criogenianas y ediacara-
nas entre 850 y 541 Ma. La morfología de los
circones encontrados en algunas secuencias
silico-clásticas, tobáceas y volcánicas, evi-
dencian la actividad magmática (volcánica
y plutónica), que ocurre en el Terreneuviano,
desarrollada en algunas áreas de deposición
de la Formación Puncoviscana.
En general los sedimentos tienen su fuen-
te en las diferentes áreas cratónicas, escudos
y cinturones más antiguos ya mencionados,
todos los cuales se consideran potenciales
fuentes de sedimentos transportados por
los ríos que fluyeron hacia el margen pasi-
vo del océano paleo-Pacífico (Adams et al.,
2005, 2008a, b, 2009, 2011; Aceñolaza et
al., 2010). No debe olvidarse las edades
Meso-Proterozoicas del terreno Arequipa-
Antofalla (1100 Ma), situado al oeste de la
cuenca y cuyo aporte sólo fue explorado por
Ježek (1990). En la figura 3 se sintetizan las
edades y los limites temporales asignados a
los diferentes ciclos.
Adicionalmente, deben considerarse los
datos bio-estratigráficos y radiométricos
que son consistentes con las edades de de-
posición de la Formación Puncoviscana, en
el Ediacarano-Terreneuviano (Aceñolaza y
Aceñolaza, 2005, y referencias allí citadas)
y las edades Rb/Sr de metamorfismo de 541,
540 y 504 Ma, en las provincias de Tucumán
y Salta (Adams et al., 2005).
Autores como von Gosen (2009, 2014);
Zimmermann (2005); Simpson et al. (2003);
Schwartz y Gromet (2004); Rossi et al.
(1997); Keppie y Bahlburg (1998) entre
otros, fueron ajustando la interpretación de
los depósitos silico-clásticos del Paleozoico,
utilizando los datos geoquímicos como base
de trabajo, logrando importantes resultados
en regiones de las provincias de Catamarca,
La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Cór-
doba.