V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
282
Pérez Cuadra, Vanesa*; Viviana Cambi
Laboratorio de Biología de Plantas Vasculares. INBIOSUR UNS–CONICET. San Juan 670, (8000) Bahía Blanca,
Prov. Buenos Aires, Argentina.
* Autor corresponsal: vperezcuadra@uns.edu.ar
Recibido: 26/07/16 – Aceptado: 23/11/16
Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas:
¿es el ambiente el principal factor determinante?
Resumen — Pérez Cuadra Vanesa; Viviana Cambi. 2016. “Caracteres epidérmicos de
especies xero-halófilas: ¿es el ambiente el principal factor determinante?”. Lilloa 53 (2). La
epidermis es el tejido primario de protección de las plantas, constituido por células especia-
lizadas para diferentes funciones. El objetivo de este trabajo es describir las características
de las epidermis foliares y caulinares de 30 especies de una comunidad xero-halófila que
habitan el Salitral de la Vidriera (Prov. Bs. As.) y evaluar posibles relaciones de las estruc-
turas epidérmicas halladas con variables propias del microambiente edáfico en el que se de-
sarrollan. Las muestras fueron tratadas mediante técnicas tradicionales para su estudio en
superficie. Se observaron cutículas lisas y estriadas. La mayor parte de las especies presen-
taron células epidérmicas de paredes rectas y engrosadas, mientras que en algunas se
encontraron paredes onduladas y delgadas. Se encontraron aparatos estomáticos de diferen-
tes tipos. Se hallaron tricomas glandulares y eglandulares: secretores de sal, con pequeños
cristales de oxalato de calcio, cistolíticos, látigo, entre otros. Los tricomas se observaron dis-
persos sobre la superficie del órgano o reunidos en nidos mixtos. Los tricomas hallados en
gran cantidad resultaron tanto de paredes delgadas como gruesas y esclerosadas mientras
que los de escasa densidad presentaron sus paredes siempre gruesas y esclerosadas. Tres
especies presentaron glándulas de sal, protegidas en depresiones de la epidermis, levemente
hundidas o a nivel epidérmico. Relacionando las características epidérmicas y las condiciones
del ambiente edáfico en el que habitan las especies se encontró que existe una gran variación
en la presencia/ausencia de las diferentes características, por lo que el estudio aislado de
las características epidérmicas no constituye un buen indicador para definir a una planta como
xero-halófila.
Palabras clave: Halófitas; xerófitas; epidermis; hojas, tallos.
AbstractPérez Cuadra Vanesa; Viviana Cambi. 2016. “Epidermal characters of
xero-halophytic species: is the environment the main determinant factor?”. Lilloa 53 (2). The
epidermis is the primary tissue of plant protection, consisting of specialized cells for different
functions. The aim of this study is to describe the characteristics of leaf and stem epidermis
of 30 species of the xero-halophytic community inhabiting the Salitral de la Vidriera (Prov. Bs.
As.) and to evaluate possible relationships of epidermal characteristics found with own vari-
ables of the edaphic microenvironment in which they develop. The samples were treated un-
der traditional techniques for study in surface. Smooth and ridged cuticles were observed.
Most species showed epidermal cells with straight and thickened walls, while some were
found with corrugated and thin walls. Stomata of different types and glandular and eglandular
trichomes (secreting salt, with small crystals of calcium oxalate, cystholitic, whip, among
others), were found. The trichomes were found scattered on the organ surface or together
in mixed nests. When trichomes were found in large quantities their walls were thin or scle-
rotic and when they were few, walls were always were sclerotic. Three species showed salt
glands, protected in depressions of the epidermis, slightly sunken or at epidermal level. Re-
lating the epidermal characteristics and soil conditions of the environment species inhabit we
found there is a great variation in the presence/absence of the different characteristics, so
the isolated study of epidermal characteristics does not constitute a good indicator to define
a plant as xero-halophytic one.
Keywords: Halophytes; xerophytes; epidermis; leaves; stems.
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
282
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
283
INTRODUCCIÓN
Las plantas están sujetas a una gran va-
riedad de factores ecológicos que ocurren
bajo condiciones naturales, tales como con-
gelamiento, inundaciones, salinidad, calor,
sequedad; algunas especies son capaces de
tolerarlos y así se perpetúan en dichos am-
bientes (Adams, 2007). La tolerancia a un
ambiente está relacionada con adaptaciones
para sobrellevar factores de estrés, lo cual
con lleva costos metabólicos (Zhu, 2000;
Keddy, 2007). Involucra, además, al ciclo de
vida, la habilidad competitiva, los caracteres
morfoanatómicos, la defensa contra la her-
bivoría, todas características funcionales que
pueden determinar el éxito diferencial de la
especie (Henry, 2005; Van der Maarel,
2005). La tolerancia se vincula también con
la plasticidad fenotípica de cada especie que
hace muchas veces dificultosa la distinción
entre caracteres netamente plásticos y aque-
llos que tienen información filogenética y
resultan fundamentales en estudios sistemáti-
cos (Endress et al., 2000).
Todas las plantas terrestres están afecta-
das por la gran diferencia de concentración
de vapor de agua entre las cámaras subesto-
máticas y la atmósfera, esta diferencia cons-
tituye la fuerza directriz del movimiento del
agua en el sistema suelo-planta-atmósfera
(Flowers et al., 2010). La vegetación halófi-
la además de estar afectada por dicha fuer-
za, está sometida a baja disponibilidad de
agua (sequía física y fisiológica), radiación
intensa, alternancia de temperaturas extre-
mas, baja fertilidad del suelo y estrés salino
(Ruthsatz, 1978; Wahid, 2003). Estas limita-
ciones son extremadamente perjudiciales
para el crecimiento y desarrollo de las plan-
tas. A pesar de ello existen especies que lo-
gran sobrevivir exitosamente en estos am-
bientes, presentando características particu-
lares en su morfoanatomía y fisiología
(Wahid, 2003; Reinoso et al., 2005; Ashraf
et al., 2010).
Las especies xero-halófilas han sido, y
son, objeto de estudio en numerosos trabajos
anatómicos, donde se evalúan las caracterís-
ticas anatómicas (principalmente foliares),
en relación a las condiciones de su ambiente
(Shields, 1951; Pyykkö, 1966; Ancibor, 1980,
1981, 1982, 1992; Apóstolo, 2005; García et
al., 2008; Poliæ et al., 2009). Sin embargo
los estudios de anatomía ecológica que invo-
lucran descripciones epidérmicas son menos
frecuentes, a pesar de la estrecha relación de
este último tejido con el ambiente (Juniper y
Cox, 1973; Ragonese, 1990; Dickinson,
2000;).
Una de las características epidérmicas
más ampliamente estudiadas en especies de
diferentes familias es el ordenamiento de las
células subsidiarias de los estomas, en clara
relación a su uso taxonómico, aunque no
siempre resulta ser completamente determi-
nante (Cutler et al., 2007). Otra de las es-
tructuras epidérmicas más descriptas son los
tricomas, también de importancia taxonó-
mica, así como adaptativa (de protección
contra la evapotranspiración y/o la herbívo-
ría). En un sentido adaptativo Johnson
(1975) afirma que no son los tricomas indi-
viduales los importantes sino su conjunto, el
indumento. Éste es el que cumple la princi-
pal función ecológica ya que es el que está
sometido a la influencia ambiental y es por
esto que tricomas de diferentes morfologías
pueden formar colectivamente un indumento
de apariencia muy similar. Debido a la in-
fluencia ecogeográfica la pubescencia puede
ser mejor evaluada estudiando dicha caracte-
rística en comunidades vegetales completas
(Arambarri et al., 2010; Arambarri et al.,
2011), en oposición a los tradicionales, y
más frecuentes, estudios de especies indivi-
duales (Johnson, 1975). En muchos casos se
analizan sólo las epidermis foliares por re-
presentar los tejidos con mayor variabilidad
de características adaptativas. De hecho la
cobertura de tricomas en una misma planta
puede variar cuantitativamente (en tamaño
y densidad de tricomas) y cualitativamente
(tipo de tricoma) de un órgano a otro (John-
son, 1975), lo que denota el valor de los es-
tudios comparativos entre las epidermis de
diferentes órganos. No debe dejarse de lado
que, a pesar de las ventajas adaptativas que
le genera a una planta xero-halófila la pose-
sión de tricomas, hay varias especies que no
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
284
los presentan y sin embargo son muy exito-
sas en este tipo de ambientes (Cutler et al.,
2007).
El objetivo de este trabajo es describir las
características de las epidermis foliares y
caulinares de 30 especies de una comunidad
xero-halófila que habitan el Salitral de la
Vidriera (Prov. Bs. As.), contrastar las carac-
terísticas encontradas entre los dos órganos
estudiados y evaluar posibles relaciones de
las estructuras epidérmicas halladas con va-
riables propias del microambiente edáfico
en el que se desarrollan dichas especies.
MATERIALES Y MÉTODOS
ÁREA DE ESTUDIO
El área de estudio, Salitral de la Vidriera
y su zona aledaña, está ubicada entre los
38°46’ y 38°52’ de latitud sur y 62°34’ y
62°20’ de longitud oeste. Se encuentra situa-
da aproximadamente a 30 kilómetros de la
ciudad de Bahía Blanca, en el Partido de Vi-
llarino (Prov. de Buenos Aires) y corresponde
a la provincia fitogeográfica del Espinal den-
tro del distrito del Caldén (Cabrera, 1971).
El clima en la zona, en general, es tem-
plado y seco. Las precipitaciones anuales
oscilan comúnmente entre 400 y 500 mm,
rangos considerados de ambientes secos. La
vegetación en la zona se encuentra distribui-
da en parches que están representados por
asociaciones de plantas xerófilas y halófilas
de composición florística bien definida (Be-
nedetti et al., 2010).
MUESTREO DE ESPECIES
VEGETALES
El muestreo de las especies vegetales se
realizó en cuatro unidades florísticas que se
caracterizan por:
– Unidad 1: ambiente xerófilo con un sue-
lo cuya conductividad eléctrica es de 11
dS.m
-1
, la concentración de Na es de 137,6
meq.l
-1
y la de Ca+Mg 33,3 meq.l
-1
; el pH
es cercano a 8 (Pérez Cuadra, 2012) (Tabla
1).
– Unidad 2: ambiente xero-halófilo. Su
suelo posee una conductividad eléctrica de
47 dS.m
-1
, la concentración de Na es de
708,7 meq.l
-1
y la de Ca+Mg de 146,8
meq.l
-1
; el pH es de 7,5 (Pérez Cuadra,
2012) (Tabla 1).
– Unidad 3: ambiente xero-halófilo des-
montado. Su suelo posee una conductividad
eléctrica de 40 dS.m
-1
, la concentración de
Na es de 133 meq.l
-1
y la de Ca+Mg de 103
meq.l
-1
; el pH es de 7,9 (Pérez Cuadra,
2012) (Tabla 1).
– Unidad 4: ambiente xero-halófilo; cuyo
suelo presenta una conductividad eléctrica
de 33 dS.m
-1
, la concentración de Na es de
296,3 meq.l
-1
y la de Ca+Mg de 107,7
meq.l
-1
; el pH es cercano a 8 (Pérez Cuadra,
2012) (Tabla 1).
Dentro de cada unidad, el muestreo de
las especies vegetales se llevó a cabo a través
de transectas de 10 m, trazadas desde un
camino de acceso tomado como referencia.
Tres especies seleccionadas se muestrearon
de manera puntual debido a que vegetan
fuera de las unidades definidas aunque den-
tro del área de estudio. Se recolectaron cin-
co muestras de 30 especies pertenecientes a
14 familias botánicas (Tabla 1).
MATERIALES ESTUDIADOS
Todos los ejemplares testigo provienen de
ARGENTINA. Prov. de Buenos Aires, Pdo. Vi-
llarino, Salitral de la Vidriera, los ejempla-
res se corresponden con los depositados en el
herbario BBB.
Allenrolfea patagonica Moq. (Kuntze).-
17/XI/2008, Pérez Cuadra 67.
Aloysia gratissima (Gillies &Hook. ex
Hook.) Tronc.- 25/IX/2008, Pérez Cuadra
62.
Atriplex suberecta I Verd.- 17/XI/2008,
Pérez Cuadra 68.
Atriplex undulata (Moq.) D. Dietr.- 17/
XI/2008, Pérez Cuadra 70.
Baccharis spartioides (Hook. & Arn. ex
DC.) J. Remy.- 25/IX/2008, Pérez Cuadra
35.
Baccharis tenella Hook. & Arn.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 36.
Baccharis trimera (Less.) DC.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 37.
Clematis montevidensis Spreng.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 63.
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
285
Cressa truxillensis Kunth.- 25/IX/2008,
Pérez Cuadra 50.
Chuquiraga erinaceae D. Don.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 71.
Cyclolepis genistoides D. Don.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 72.
Frankenia juniperoides (Hieron.) M. N.
Correa.- 25/IX/2008, Pérez Cuadra 46.
Frankenia pulverulenta L.- 25/IX/2008,
Pérez Cuadra 45.
Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. &
Arn.) Burkart.- 25/IX/2008, Pérez Cuadra
51.
Grahamia bracteata Hook. & Arn.- 17/
XI/2008, Pérez Cuadra 75.
Grindelia brachystephana Griseb.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 38.
Heliotropium curassavicum L.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 77.
Hymenoxys cabrerae K. L. Parker.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 39.
Limonium brasiliense (Boiss.) Kuntze.-
25/IX/2008, Pérez Cuadra 58.
Nitrophila australis Chodat & Wilczek.-
17/XI/2008, Pérez Cuadra 78.
Prosopis strombulifera (Lam.) Benth.-
25/IX/2008, Pérez Cuadra 52.
Sarcocornia perennis (Mill.) A. J. Scott.-
25/IX/2008, Pérez Cuadra 43.
Schinus L. sp.- 17/XI/2008, Pérez Cuadra
80.
Senecio pampeanus Cabrera.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 81.
Sesuvium portulacastrum (L.) L.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 86.
Solanum tweedianum Hook.- 25/IX/
2008, Pérez Cuadra 61.
Spharealcea australis Speg.- 25/IX/2008,
Pérez Cuadra 55.
Suaeda argentinensis A. Soriano.- 17/XI/
2008, Pérez Cuadra 87.
Suaeda divaricata Moq.- 27/V/2003, 17/
XI/2008, Pérez Cuadra 88.
Suaeda patagonica Speg.- 25/IX/2008,
Pérez Cuadra 47.
La recolección del material se realizó
durante un lapso de cuatro años. Tanto las
familias botánicas como las especies estudia-
das siguen la taxonomía propuesta por Zu-
loaga et al. (2008).
Hojas de una especie, tallos de tres y ho-
jas o folíolos y tallos de 26 especies, fueron
fijados en FAA (formol- alcohol etílico-ácido
acético). Esta diferencia en los órganos estu-
diados se debe a que Allenrolfea patagonica
presenta sus hojas adpresas y soldadas al
tallo por lo que éste no posee epidermis y
las restantes tres especies (Baccharis spartioi-
des, B. trimera y Sarcocornia perennis) son
áfilas o presentan pequeñas excresencias. En
dos de las 26 especies en que se estudiaron
ambos órganos (Atriplex undulata y Baccha-
ris tenella) se realizaron las descripciones
que fueron posibles debido al denso indu-
mento que presentan. En las especies con
hojas crasas, se realizaron cortes paralelos a
la superficie de la hoja y en cada una de las
partes cuidadosamente con agujas y pinceles
se extrajo parte del mesofilo para una ade-
cuada observación de ambas epidermis. En
las restantes especies, las muestras fueron
sometidas a un proceso de diafanizado (Di-
zeo de Strittmatter, 1973). Se utilizó una
coloración simple con safranina y se realizó
un montaje semipermanente en gelatina-gli-
cerinada. Los estomas fueron clasificados de
acuerdo a Metcalfe y Chalk (1979). Se ex-
trajeron cinco a diez muestras de cada órga-
no por especie estudiada a partir de los que
se confeccionaron preparados histológicos
analizados bajo microscopio compuesto
Zeiss, con luz normal y polarizada; las ob-
servaciones se registraron mediante fotomi-
crografías digitales.
Las hojas de las especies que presentan
estructuras secretoras de sal (tricomas o
glándulas) fueron observadas con microsco-
pio electrónico de barrido (MEB). Para ello se
seleccionaron hojas maduras, se deshidrató
el material en una serie creciente de alcohol
etílico (50%, 70%, 95%, 100%), transfirién-
dose, luego, a acetona. Posteriormente se lle-
varon a punto crítico con dióxido de carbo-
no, se fijaron a soportes con pintura de plata
y se metalizaron con oro (30 nm). Las obser-
vaciones y fotografías se realizaron en un
microscopio LEO/EVO 40 VP a 7 kV.
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
286
Tabla 1. Comparación de caracteres epidérmicos foliares y caulinares en relación a la ocu-
rrencia de las especies vegetales en las unidades florísticas. Se indican con guiones las ca-
racterísticas que no pudieron ser estudiadas según lo detallado en “Materiales y métodos”.
1
Unidad
Aizoaceae
Asteraceae
Boraginaceae
Chenopodiaceae
Convolvulaceae
Fabaceae
Malvaceae
Familia
botánica
Especie Órgano Cutícula
Células
epidérmicas
Estomas Tricomas
Glándulas
de sal
Sesuvium
portulacastrum
Chuquiraga
erinaceae
Heliotropium
curassavicum
Suaeda
argentinensis
Cressa
truxillensis
Geoffraea
decorticans
Prosopis
strombulifera
Spharealcea
australis
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Algunas
estriaciones
Estriada
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Isodiamétricas y
poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas y
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales con
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
parades lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Anomocíticos y
laterocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos y
paracíticos
distribuidos en
hileras.
Paracíticos
distribucidos en
hileras.
Anisocíticos,
ciclocíticos y
paracíticos
distribuidos al
azar.
Anisocíticos y
paracíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
No presenta.
Anisocíticos y
anomocíticos
distribuidos al
azar.
Glabra
Glabro
Eglandulares
Eglandulares
Glabra
Glabro
Glabra
Glandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares y
glandulares
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
287
Clematis
montevidensis
Aloysia
gratissima
Cyclolepis
genistoides
Sarcocornia
perennis
Baccharis
spartioides
Baccharis
tenella
Baccharis
trimera
Schinus sp.
Grahamia
bracteata
Lisa
Estriada
Lisa
Algunas estria-
ciones
Finamente
estriada
Lisa
Lisa
Lisa
Finamente
estriada
----------
Lisa
Lisa
Estriada
Finamente
estriada
Lisa
Lisa
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales con
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales con
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
----------
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das en adaxial
y poligonales de
paredes lisas en
abaxial.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Rectangulares en
adaxial e
isodiamétricas en
abaxial, ambas
de paredes
onduladas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
No presenta.
Anomocíticos
distribuídos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Ciclocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Paracíticos
distribuidos en
hileras.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
----------
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anisociticos y
ciclocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos y
paracíticos
distribuidos al
azar.
No presenta.
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares y
glandulares
Glabro
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares y
glandulares *
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares y
glandulares
Glabro
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares
Glabro
Glabra
Glabro
Ranunculaceae
Verbenaceae
Asteraceae
Chenopodiaceae
Asteraceae
Anacardiaceae
Portulaceae
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Tallo
Tallo
Hoja
Tallo
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
----------
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
Tabla 1 (cont).
Unidad
Familia
botánica
Especie Órgano Cutícula
Células
epidérmicas
Estomas Tricomas
Glándulas
de sal
1,2
1,2,3,5
2
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
288
Tabla 1 (cont).
Unidad
Familia
botánica
Especie Órgano Cutícula
Células
epidérmicas
Estomas Tricomas
Glándulas
de sal
Chenopodiaceae
Frankeniaceae
Asteraceae
Frankeniaceae
Solanaceae
Chenopodiaceae
Allenrolfea
patagónica
Atriplex
undulata
Frankenia
juniperoides
Grindelia
brachystephana
Hymenoxys
cabrerae
Senecio
pampeanus
Frankenia
pulverulenta
Solanum
tweedianum
Atriplex
suberecta
Hoja
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Lisa
----------
----------
Lisa
Lisa
Estriada
Estriada
Estriada
Estriada
Algunas estria-
ciones
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Lisa
Poligonales de
paredes lisas.
----------
----------
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das en adaxial
y rectangulares
de paredes lisas
en abaxial.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das en adaxial
y rectangulares
de paredes lisas
en abaxial.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Irregulares de
paredes ondula-
das.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Ciclocíticos
distribuidos al
azar.
----------
----------
Paracíticos
distribuidos al
azar.
Paracíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos y
ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Paracíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos y
ciclocíticos
distribudidos al
azar.
Anisocíticos y
anomocíticos
distribuidos al
azar.
Glabra
Glandulares
Glandulares
Eglandulares
Eglandulares
Eglandulares y
glandulares
Eglandulares y
glandulares
Glandulares
Glandulares
Glandulares
Glabro
Eglandulares
Eglandulares
Glandulares
Glandulares
Glandulares
No presenta
----------
----------
Si
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
Si
Si
No presenta
No presenta
No presenta
2,5
3
5
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
289
RESULTADOS
1. EPIDERMIS FOLIAR
En Allenrolfea patagonica, Atriplex sube-
recta, Chuquiraga erinaceae, Cressa truxi-
llensis, Cyclolepis genistoides, Frankenia ju-
niperoides, F. pulverulenta, Geoffraea decor-
ticans, Grahamia bracteata, Heliotropium
curassavicum, Prosopis strombulifera, Sesu-
vium portulacastrum, Spharealcea australis,
Solanum tweedianum y Suaeda patagonica
la cutícula de ambas epidermis es lisa (Fig.
1A-C, F, H-I). En Aloysia gratissima, Senecio
pampeanus y Suaeda argentinensis la cutícu-
la adaxial y abaxial presenta algunas es-
triaciones mientras que en Clematis montevi-
densis, Grindelia brachystephana, Hyme-
noxys cabrerare, Limonium brasiliense, Ni-
trophila australis, Schinus sp. y Suaeda diva-
ricata ambas cutículas se presentan marca-
damente estriadas (Fig. 1E, O).
Allenrolfea patagonica, Aloysia gratissi-
ma, Atriplex suberecta, Chuquiraga erina-
ceae, Clematis montevidensis, Cressa truxi-
llensis, Cyclolepis genistoides, Frankenia ju-
niperoides, Geoffraea decorticans, Limonium
brasiliense, Nitrophila australis, Propopis
strombulifera, Spharealcea australis, Suaeda
argentinensis, S.divaricata y S. patagonica
presentan ambas epidermis con células poli-
gonales de paredes anticlinales rectas (Fig.
1A-C, E). En algunas de estas especies estas
células son alargadas (con el eje mayor pa-
ralelo al eje mayor de la hoja) y presentan
las paredes terminales rectas o redondeadas.
La epidermis adaxial y abaxial de Grindelia
brachystephana, Heliotropium curassavicum,
Hymenoxys cabrerae y Solanum tweedianum
Tabla 1 (cont).
Unidad
Familia
botánica
Especie Órgano Cutícula
Células
epidérmicas
Estomas Tricomas
Glándulas
de sal
Plumbaginaceae
Chenopodiaceae
Limonium
brasiliense
Nitrophila
australis
Suaeda
divaricata
Suaeda
patagonica
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Hoja
Tallo
Lisa
Estriada
Estriada
Estriada
Lisa
Estriada
Lisa
Lisa
Finamente
estriada
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
Poligonales de
paredes lisas.
Isodiamétricas a
poligonales de
paredes lisas.
No presenta.
Anisocíticos y
ciclocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos al
azar.
Anomocíticos y
ciclocíticos
distribuidos al
azar.
Ciclocíticos
distribuidos en
hileras.
Anomocíticos y
paracíticos
distribuidos en
hileras.
No presenta.
Paracíticos
distribuidos en
hileras.
Paracíticos
distribuidos en
hileras.
Glandulares
Glabra
Glabro
Glabra
Glabro
Glabra
Glabro
Glabra
Glabro
No presenta
Si
Si
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
No presenta
5
Muestreo
puntual
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
290
está formada por células irregulares, en la
primer especie de paredes rectas mientras
que en las otras tres de paredes onduladas
(Fig. 1 F, I). En Grahamia bracteata la epi-
dermis está formada por células rectangula-
res hacia la epidermis adaxial a isodiamé-
tricas hacia la epidermis abaxial, en ambos
casos de paredes onduladas. La epidermis
adaxial de Frankenia pulverulenta y Senecio
pampeanus presenta células de formas irre-
gulares (Fig. 1G), mientras que, en la
abaxial son alargadas con el eje mayor pa-
ralelo al eje mayor de las hojas; en ambos
casos sus paredes son ligeramente ondula-
das. Sesuvium portulacastrum y Schinus sp.
presentan células con dos morfologías; en la
primer especie ambos tipos coexisten hacia
adaxial y abaxial mientras que en la segun-
da cada una de las morfologías tipifica una
epidermis. En S. portulacastrum se observan
células redondeadas a ovales (grandes en
relación a las células epidérmicas restantes,
reservantes de agua) y poligonales (notoria-
mente más pequeñas que las anteriores)
ambas de paredes rectas (Fig. 1H); en Schi-
nus sp. las células son irregulares y de pare-
des onduladas en la epidermis adaxial, y
poligonales de paredes rectas en la abaxial.
Todas las especies presentan hojas anfies-
tomáticas a excepción de Chuquiraga erina-
ceae y Frankenia juniperoides que son hi-
poestomáticas. Chuquiraga erinaceae, Proso-
pis strombulifera, Suaeda argentinensis, S.
divaricata y S. patagonica son las únicas es-
pecies que presentan los estomas distribui-
dos en hileras paralelas al eje mayor de la
hoja y las células oclusivas con su eje mayor
perpendicular al de la hoja; las restantes 25
especies poseen los estomas dispuestos al
azar. En Aloysia gratissima, Chuquiraga eri-
naceae, Clematis montevidensis, Frankenia
pulverulenta, Grindelia brachystephana,
Geoffraea decorticans, Heliotropium curassa-
vicum, Hymenoxys cabrerae, Schinus sp., Se-
necio pampeanus y Solanum tweedianum,
los estomas son anomocíticos (Fig. 1 F, G, I).
En Frankenia juniperoides y Suaeda patago-
nica los estomas son paracíticos (Fig. 1 C) y
en Allenrolfea patagonica y Cyclolepis genis-
toides, ciclocíticos. En Sesuvium portulacas-
trum los estomas son anomocíticos y latero-
cíticos. En Atriplex suberecta y Spharealcea
australis se encuentran estomas anomocíti-
cos y anisocíticos. En Grahamia bracteata,
Prosopis strombulifera, Suaeda argentinensis
y S. divaricata los estomas son anomocíticos
y paracíticos (Fig. 1A). Nitrophila australis
posee estomas anomocíticos y ciclocíticos.
En Limoniun brasiliense se observan estomas
ciclocíticos y anisocíticos (Fig. 1E). Cressa
truxillensis es la única especie en la que se
encuentran tres tipos de estomas: paracíti-
cos, anisocíticos y ciclocíticos.
Cinco especies presentan tricomas eglan-
dulares en ambas epidermis, en general de
paredes engrosadas y de extremos romos o
aguzados: en Baccharis tenella son tricelula-
res de tipo látigo con célula terminal de gran
longitud (Fig. 1K); en Cressa truxillensis son
también tricelulares pero en forma de T, con
el extremo apical unicelular y paralelo al eje
mayor de la hoja; en Chuquiraga erinaceae,
Geoffraea decorticans y Prosopis strombulife-
ra son unicelulares. Frankenia juniperoides, F.
pulverulenta y Schinus sp. presentan tricomas
eglandulares unicelulares restringidos a la
epidermis abaxial; F. pulverulenta los posee
de paredes delgadas y extremos romos (Fig.
1L), en las otras dos especies son de paredes
engrosadas y extremos agudos.
Cinco especies presentan tricomas glan-
dulares de paredes delgadas, uniseriados y
multicelulares (Atriplex suberecta, A. undu-
lata, Hymenoxys cabrerae, Senecio pampe-
anus y Solanum tweedianum) (Fig. 1M).
Sólo S. pampeanus los presenta en la epider-
mis abaxial, en las restantes se encuentran
en ambas epidermis. Particularmente: en
Atriplex suberecta y A. undulata son secreto-
res de sal y en S. tweedianum presentan ca-
bezas globosas formadas por una o varias
células (Fig. 1M).
Cinco especies poseen ambos tipos de tri-
comas: eglandulares (en general de paredes
engrosadas y extremos aguzados) y glandu-
lares (siempre de paredes delgadas). En tres
especies se encuentran en ambas epidermis
(Aloysia gratissima, Clematis montevidensis
y Cyclolepis genistoides) y en las otras dos
(Grindelia brachystephana y Spharealcea
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
291
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
292
australis) los glandulares sólo están presen-
tes en la epidermis abaxial mientras que los
eglandulares, en ambas. Sólo son unicelula-
res los tricomas cistolíticos y algunos no cis-
tolíticos de Aloysia gratissima, ambos tipos
en Clematis montevidensis y algunos de los
eglandulares de Grindelia brachystephana,
en las restantes especies todos los tricomas
son multicelulares uniseriados a excepción
de los glandulares de Grindelia brachyste-
phana que son biseriados. En Cyclolepis ge-
nistoides los tricomas eglandulares son de
tipo T con el eje mayor de la célula apical
paralelo al eje mayor de la hoja y en Spha-
realcea australis este mismo tipo de tricoma
es estrellado (Fig. 1N). En Aloysia gratissi-
ma los tricomas glandulares pueden ser de
cabeza uni a multicelular globosa o unicelu-
lar trapezoidal, en Grindelia brachystephana
son únicamente de cabeza unicelular. Cle-
matis montevidensis posee los tricomas glan-
dulares de tipo claviformes.
Además de los tricomas antes descriptos
se encuentran otro tipo de estructuras en
ambas epidermis: en Heliotropium curassa-
vicum se observan litocistos (Fig. 1 I), en
torno a los cuales las células epidérmicas se
disponen de manera radiada y en Frankenia
juniperoides, F. pulverulenta y Limonium
brasiliense, glándulas de sal (Fig. 1B, E, L,
O-P). En F. juniperoides las glándulas están
ubicadas en depresiones en la cara adaxial
(Fig. 1B, P) y a nivel epidérmico en la
abaxial; las mismas están delimitadas por
células epidérmicas dispuestas en anillo
mientras que en F. pulverulenta y L. brasi-
liense se ubican a nivel epidérmico (Fig. 1E,
L, O), están rodeadas por células epidérmi-
cas de disposición radial en la primera espe-
cie y anular en la segunda (Fig. 1E, O).
2. EPIDERMIS CAULINAR
En Atriplex suberecta, Baccharis tenella,
B. trimera, Chuquiraga erinaceae, Clematis
montevidensis, Cressa truxillensis, Cyclolepis
genistoides, Frankenia juniperoides, F. pul-
verulenta, Geoffraea decorticans, Grahamia
bracteata, H. curassavicum, Nitrophila aus-
tralis, Prosopis strombulifera, Sarcocornia
perennis, Senecio pampenus, Sesuvium por-
tulacastrum, Solanum tweedianum, Sphare-
alcea australis y Suaeda divaricata la cutícu-
la es lisa (Fig. 1D). En Aloysia gratissima
Baccharis spartioides, Schinus sp. y Suaeda
patagonica, la cutícula es finamente estriada
mientras que Grindelia brachystephana, Hy-
menoxys cabrerae, Limonium brasiliense y
Suaeda argentinensis la poseen estriada.
En Aloysia gratissima, Atriplex suberecta,
Baccharis spartioides, B. tenella, B. trimera,
Chuquiraga erinaceae, Clematis monteviden-
sis, Cressa truxillensis, Cyclolepis genistoi-
des, Frankenia juniperoides, F. pulverulenta,
Geoffraea decorticans, Grahamia bracteata,
Grindelia brachystephana, Heliotropium cu-
rassavicum, Hymenoxys cabrerae, Limonium
brasiliense, Nitrophila australis, Prosopis
strombulifera, Sarcocornia perennis, Schinus
sp., Senecio pampeanus, Spharealcea austra-
lis, Solanum tweedianum, Suaeda argenti-
nensis, S. divaricata y S. patagonica las célu-
las epidérmicas son isodiamétricas a poligo-
nales, de paredes rectas (Fig. 1D, J, Q); en
algunas especies son alargadas con su eje
mayor paralelo al eje mayor del órgano y
los extremos de las células pueden ser rectos
o aguzados. En Sesuvium portulacastrum, al
igual que lo descripto para la hoja, se ob-
servan dos tipos de células: isodiamétricas
grandes (también reservantes de agua) y rec-
tangulares (con su eje principal paralelo al
Fig. 1 (página anterior). Caracteres epidérmicos foliares y caulinares. A-C, E-I, K-P, Epider-
mis foliar. D, J, Q, Epidermis caulinar. A, Prosopis strombulifera; B, P, Frankenia juniperoi-
des; C, Suaeda patagonica; D, Sarcocornia perennis; E, O, Limonium brasiliense; F, M, So-
lanum tweedianum; G, Senecio pampeanus; H, Sesuvium portulacastrum; I, Heliotropium cu-
rassavicum; J, Q, Baccharis spartioides; K, Baccharis tenella; L, Frakenia pulverulenta; N,
Spharealcea australis. Abreviaturas: cra, células epidérmicas reservantes de agua; e, esto-
ma; gds, glándulas de sal; lit, litocistos; np, nido piloso; te, tricoma eglandular; tel, tricoma
eglandular tipo látigo; tg, tricoma glandular. Las cabezas de flecha indican cristales de oxalato
de calcio en los tricomas glandulares del nido piloso. Barras: 30 µm.
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
293
eje mayor del tallo), ambas de paredes rec-
tas.
Sólo cinco especies no presentan estomas
en sus tallos (Tabla 1). Baccharis trimera,
Cressa truxillensis, Limonium brasiliense y
Solanum tweedianum son las únicas especies
que poseen sus estomas distribuidos al azar,
las restantes los poseen ubicados en hileras
paralelas al eje mayor del tallo. En Baccha-
ris tenella, Chuquiraga erinaceae, Clematis
montevidensis, Geoffraea decorticans, Helio-
tropium curassavicum, Hymenoxys cabrerae
y Sesuvium portulacastrum hay estomas ano-
mocíticos. En Aloysia gratissima, Baccharis
spartioides, Cyclolepis genistoides, Grindelia
brachystephana, Limonium brasiliense, Ni-
trophila australis y Schinus sp. se observan
estomas ciclocíticos (Fig. J, Q). En Franke-
nia juniperoides, F. pulverulenta, Sarcocornia
perennis, Suaeda argentinensis y S. patago-
nica los estomas son paracíticos (Fig. 1D).
Senecio pampeanus y Solanum tweedianum
tienen estomas anomocíticos y ciclocíticos,
En Baccharis trimera los estomas son ciclo-
cíticos y anisocíticos y en Cressa truxillensis,
paracíticos y anisocíticos.
En Atriplex suberecta, Baccharis tenella,
Chuquiraga erinaceae, Cressa truxillensis,
Cyclolepis genistoides, Frankenia juniperoi-
des, F. pulverulenta, Geoffraea decorticans,
Grindelia brachystephana, Hymenoxys cabre-
rae, Prosopis strombulifera, Spharealcea aus-
tralis y Solanum tweedianum se observan
tricomas eglandulares y glandulares simila-
res a los descriptos para la hoja y en Clematis
montevidensis, Schinus sp. y Senecio pampe-
anus a diferencia de las hojas, en los tallos
no se observan tricomas de ningún tipo. El
tallo de Suaeda argentinensis presenta trico-
mas eglandulares uni a tricelulares, uniseria-
dos de paredes delgadas y extremos romos
mientras que la hoja es glabra. En Aloysia
gratissima se encuentran tricomas con algu-
nas diferencias respecto a los descriptos para
la hoja, los eglandulares son siempre bicelu-
lares de paredes engrosadas y extremo agu-
zado y los glandulares tricelulares de cabeza
trapezoidal. Baccharis spartioides y B. tri-
mera (especies sin hojas o con mínimas ex-
cresencias) presentan en los tallos nidos pilo-
sos (Fig. 1J, Q) mixtos formados por trico-
mas eglandulares uniseriados tricelulares de
tipo látigo (con las paredes de la célula ter-
minal engrosadas) (Fig. 1Q) y glandulares
de paredes delgadas, uni o biseriados multi-
celulares (Fig. 1Q). En dos especies, Baccha-
ris spartiodes y Cycloplepis genistoides, la
célula terminal de los tricomas glandulares
poseen pequeños cristales de oxalato de cal-
cio (Fig. 1Q), en la primer especie, drusas
mientras que en la segunda, arenas cristali-
nas.
En Heliotropium curassavicum se obser-
van litoscistos al igual que en la hoja aunque
las células epidérmicas que los rodean no se
disponen de manera radial.
En Frankenia pulverulenta y Limonium
brasiliense se observan glándulas de sal de
características similares a las foliares, F. ju-
niperoides no las presenta.
3. CARACTERÍSTICAS EPIDÉRMICAS
EN RELACIÓN A LAS UNIDADES
FLORÍSTICAS
Particularmente en la mayoría de las es-
pecies de las Unidades 1, 2 y 4 se encontró
una cutícula lisa tanto en hojas como en ta-
llos (Tabla 1), mientras que en la unidad 3
se halló tanto en hojas como en tallos prác-
ticamente igual proporción de especies con
cutículas lisas y estriadas (Tabla 1). En las
unidades 1 y 4 se registraron con mayor fre-
cuencia especies con células epidérmicas fo-
liares poligonales y caulinares isodiamétri-
cas a poligonales, en ambos casos de pare-
des rectas (Tabla 1) mientras que en las uni-
dades 2 y 3 las epidermis foliares difirieron
con respecto a las de las especies de los es-
tratos anteriores (cambio de forma y ondula-
ción de las paredes) no así en los tallos que
poseen las mismas características (Tabla 1).
En las unidades 1 y 3 el tipo más frecuente
de estomas en hojas y tallos es el anomocíti-
co, distribuidos al azar en hojas y en hileras
en tallos (Tabla 1). En las unidades 2 y 4 se
encontraron otros tipos de estomas predomi-
nantes: en la 2 aparece apenas más frecuen-
temente el tipo ciclocítico conservando en
general la distribución al azar en hojas y en
hileras en tallos y en la 4 el tipo paracítico,
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
294
con predominio de distribución al azar tanto
en hojas como en tallos (Tabla 1). En las
unidades 1 y 2 resulta común la presencia de
tricomas eglandulares en hojas y tallos (Ta-
bla 1) mientras que en la 3 el tipo más
usual es el glandular (Tabla 1) y en la 4 son
frecuentes tanto especies glabras como con
tricomas eglandulares y glandulares (Tabla
1). Las tres especies que presentan glándulas
de sal habitan en todas las unidades a ex-
cepción de la 1 (Tabla 1).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las características de la epidermis varían
entre diferentes plantas, los factores externos
como intensidad lumínica y humedad atmos-
férica generalmente producen cambios im-
portantes en estas características (Metcalfe y
Chalk, 1957), variaciones que muchas veces
son difíciles de detectar cuando se estudian
especies aisladas o de un ambiente con ca-
racterísticas constantes.
La sequedad de la atmósfera es conside-
rada uno de los principales factores que au-
menta la producción de cutina (Delf, 1915).
Esta sustancia ergástica es una efectiva ba-
rrera de protección contra los vientos fuertes
y la radiación solar que producen una exce-
siva transpiración (Arambarri et al., 2006).
Entre las especies estudiadas se encontraron,
tanto en hojas como en tallos, cutículas lisas
y estriadas (desde estrías finas a gruesas),
siendo en ambos órganos notoriamente más
frecuente la de tipo liso. Suele ser usual que
las especies con tricomas glandulares pre-
senten cutículas estriadas ya que permite que
la secreción escurra sobre la superficie y no
obstruya el poro del estoma (Fahmy, 1997);
en las especies aquí estudiadas se encontra-
ron estriaciones cuticulares indistintamente
en especies glabras y con tricomas tanto
glandulares como eglandulares.
Una característica frecuente entre las xe-
rófitas es que las células epidérmicas presen-
ten sus paredes anticlinales rectas, caracte-
rística que se acentúa en la cara adaxial
(Arambarri et al., 2006). El menor volumen
celular, contribuye a mantener la turgencia
de la célula y la hace más resistente al co-
lapso por marchitamiento (Cutler et al.,
2007). Las especies incluidas en este trabajo
presentan esta característica en la mayor
parte de las epidermis foliares y todas las
caulinares, sin embargo se encontró que al-
gunas especies que habitan en estratos de
elevada salinidad (Frankenia pulverulenta,
Grahamia bracteata, Schinus sp.) no coinci-
den con esta generalidad en sus células epi-
dérmicas, por lo que probablemente posean
otro tipo de mecanismo compensatorio que
ayude a mantener el turgor celular; en el
caso específico de F. pulverulenta lo son las
glándulas de sal. Ciertas especies, principal-
mente efímeras o menos abundantes, y pre-
sumiblemente menos adaptadas al ambiente
(Heliotropium curassavicum, Hymenoxys ca-
brerae, Senecio pampeanus y Solanum twee-
dianum), poseen las células epidérmicas fo-
liares con sus paredes onduladas, lo que sue-
le citarse como característica de plantas
mesófilas (Andersen et al., 2006). Estas espe-
cies efímeras generalmente se encuentran en
zonas disturbadas, donde la vegetación do-
minante ha sido raleada. Sólo cuatro de las
treinta especies estudiadas presentaron ca-
racterísticas diferentes en las células de la
epidermis abaxial y adaxial, las variaciones
sólo implican cambios en la morfología ce-
lular a excepción de Schinus sp. que además
presenta variación en las características de
las paredes (onduladas en adaxial y rectas
en abaxial). En ocho especies se encontra-
ron diferencias en las características de las
células epidérmicas entre hoja y tallo, la
variación se debe a un cambio en la forma
celular y en la morfología de la pared (on-
dulada en hojas y lisas en tallos).
Las hojas son mayormente anfiestomáti-
cas y el tipo más frecuente de estomas es el
anomocítico con una distribución al azar, se
encuentran también otros tipos de estomas
(anisocíticos, ciclocíticos, paracíticos, entre
otros.) con menor frecuencia, siendo tam-
bién menos común la distribución de los es-
tomas en hileras paralelas al eje mayor de la
hoja. No se observaron diferencias en las
características de los estomas entre las caras
adaxial y abaxial de la hoja. En las epider-
mis caulinares, y a diferencia de las foliares,
Lilloa 53 (2): 282–298, 2016
295
se encuentran dos tipos más frecuentes de
estomas: anomocíticos y ciclocíticos, siendo
la distribución en hileras paralelas al eje
mayor del tallo la más frecuente. De las
veinticuatro especies en las que se estudia-
ron estomas en hojas y tallos, sólo en cuatro
especies se observaron diferencias en el tipo
de estoma presente entre los mencionados
órganos; en las restantes, y en el caso que se
hallaran más de un tipo de estomas, se ob-
servó que al menos compartían uno. Debe
destacarse que se observó siempre una coin-
cidencia en el patrón de distribución de esto-
mas en hojas y tallos (al azar o en hileras en
ambos órganos). Considerando todas las es-
pecies estudiadas no puede hacerse una ge-
neralización sobre el tipo de estoma más fre-
cuente: existe una alta variación de tipos no
relacionada con la diversidad de las condi-
ciones del suelo. Es así que, en estratos con
condiciones de suelo muy disímiles (1 y 2)
se observa un mismo tipo de estoma mien-
tras que en otros con características simila-
res del suelo (2 y 4) se encuentra una mayor
variación. Es por esto que no puede estable-
cerse que exista una característica de los
aparatos estomáticos (presencia/ausente de
células anexas u ordenamiento de estas célu-
las) que resulte más usual para las especies
xero-halófilas estudiadas, lo que denota que
esta característica está más íntimamente re-
lacionada con la filogenia de las especies
que con ventajas adaptativas.
Los tricomas, tanto glandulares como
eglandulares, suelen estar dispersos sobre la
superficie de diferentes órganos, principal-
mente hojas, pétalos y tallos (Johnson,
1975). En la mayoría de las especies pubes-
centes aquí estudiadas (21) se encontraron
tricomas tapizando toda la superficie de la
hoja, folíolo o tallo. Particularmente en Bac-
charis spartioides y B. trimera, agrupados en
nidos pilosos dispuestos al azar en la epider-
mis caulinar, una distribución muy frecuente
en diferentes especies de Baccharis L. (Budel
et al., 2004a y b; Freire et al., 2007; Budel
et al. 2008, 2009; Molares et al., 2009).
Los tricomas, principalmente los eglandu-
lares, cuando se encuentran en abundante
cantidad retienen una capa de aire sobre la
superficie de la hoja que genera un gradiente
para ciertos factores condicionantes de la
evapotranspiración: humedad y temperatura
(Johnson, 1975; Fahmy, 1997; Ancibor,
1981; Dickison, 2000; Cutler et al., 2007;
Ward, 2009). Cuando la cantidad de trico-
mas no es suficiente para generar esa capa
de aire, actúan naturalmente de manera in-
versa aumentando la superficie de la hoja, y
por lo tanto, incrementando la superficie
expuesta a la evapotranspiración (Johnson,
1975; Dickinson, 2000; Cutler et al., 2007).
En estos casos es común que los tricomas
lignifiquen sus paredes para evitar la pérdida
de agua (Johnson, 1975). Por otro lado se-
gún Skelton et al. (2012), cuando el agua se
torna limitante y la planta no puede reducir
la temperatura a través de la transpiración,
la capacidad de reflexión de la luz que po-
seen los tricomas puede reducir la absorción
de la misma favoreciendo la disminución de
la temperatura interna. En las especies aquí
estudiadas, tanto en hojas como en tallos, se
encontraron tricomas en gran cantidad de
paredes delgadas o engrosadas, o tricomas
escasos con sus paredes esclerosadas, en co-
rrespondencia con las generalidades mencio-
nadas anteriormente. Como ya se indicó los
tricomas han evolucionado primariamente
como barreras fisiológicas contra la pérdida
excesiva de calor y también para proteger a
los tejidos vegetales contra la radiación UV,
aunque desarrollan, a su vez, un rol impor-
tante en la defensa contra la herbivoría
(Hanley et al., 2007). Su rol defensivo está
demostrado por la relación negativa entre la
densidad de tricomas y la frecuencia de
daño registrado tal como sucede en las espe-
cies aquí estudiadas donde el daño foliar por
herbivoría es casi nulo en los órganos con
algún grado de pilosidad. Muchas estructu-
ras defensivas evolucionaron originalmente
como adaptaciones a factores ambientales
beneficiando indirectamente a las plantas
que las poseen frente al ataque de herbívo-
ros, es por esto que resultan importantes las
descripciones detalladas de dichas estructu-
ras epidérmicas ya que proveen información
para otro tipo de estudios ecológicos (Han-
ley et al., 2007).
V. Pérez Cuadra, V. Cambi: Caracteres epidérmicos de especies xero-halófilas
296
La existencia y forma de los tricomas
glandulares son características de considera-
ble valor sistemático para varias familias
botánicas (Johnson, 1975; Metcalfe y Chalk,
1979; Taleisnik y Anton, 1988). En las espe-
cies estudiadas se encontraron tricomas
glandulares de diferentes tipos, particular-
mente en Baccharis spartioides y Cyclolepis
genistoides se hallaron en la célula apical de
los mismos pequeños cristales de oxalato de
calcio. Se cree que los tricomas glandulares
son importantes en el traslado de sustancias
orgánicas e inorgánicas, lo que hace más
probable que estos tricomas tengan una rele-
vancia adaptativa (Johnson, 1975). Específi-
camente los tricomas glandulares secretores
de sal descriptos para Atriplex L. spp., lla-
mados también tricomas vesiculados o
«bladders» (Salama et al., 1999), fueron
encontrados en las dos especies de Atriplex
aquí estudiadas tantos en sus hojas como en
sus tallos.
En las epidermis foliares y caulinares, en
general, existe coincidencia en el tipo y la
morfología de los tricomas encontrados. Re-
sultan más frecuentes las especies que pre-
sentan sólo tricomas eglandulares, mientras
que se halló que la cantidad de especies que
presentan sólo tricomas glandulares y las
que poseen ambos tipos (eglandulares y
glandulares) es similar. La presencia de tri-
comas resulta un carácter frecuente entre las
xero-halófitas que habitan el Salitral de la
Vidriera, lo cual coincide con investigacio-
nes previas para otras especies de ambientes
similares (Shields, 1951; Pyykkö, 1966; Dic-
kison, 2000; Apóstolo, 2005). Debe desta-
carse que sólo dos de las 30 especies estudia-
das poseen tricomas glandulares secretores
de sal y tres especies presentaron glándulas
de sal, de las cuales dos pertenecen a la fa-
milia Frankeniaceae y la otra a Plumbagina-
ceae, siendo las estructuras de las glándulas
las descriptas como típicas para estas fami-
lias (Metcalfe y Chalk, 1950; Salama et al.,
1999). En Frankenia juniperoides las glándu-
las se encontraron protegidas en depresiones
de la epidermis mientras que en Limonium
brasiliense, a nivel epidérmico o levemente
hundidas, coincidiendo con lo descripto
para otras especies de dichos géneros (Met-
calfe y Chalk, 1950; Salama et al., 1999).
En general, la presencia de tricomas secreto-
res de sal y de glándulas de sal son las ca-
racterísticas que por excelencia distinguen a
las halófitas, sin embargo sólo pocos géne-
ros las presentan (Flowers y Colmer, 2008),
de modo que si bien es un carácter impor-
tante no debería considerarse como único
aspecto anatómico para definir la condición
halófila de una planta.
Además de los cristales de oxalato de
calcio asociados a tricomas glandulares ya
mencionados, se encontraron en dos especies
(Aloysia gratissima y Heliotropium curassa-
vicum) cristales de carbonato de calcio en
tricomas cistolíticos y en litocistos. La ocu-
rrencia de este tipo de sustancia ergástica es
característica sólo de algunos grupos de
plantas estando ligado a la filogenia de las
familias que los poseen (Cutler et al., 2007).
Relacionando las características epidér-
micas y las condiciones del ambiente edáfi-
co en el que habitan las especies aquí estu-
diadas no se encontraron patrones definidos
de caracteres que relacionen a las plantas de
una misma unidad, así como tampoco al
ambiente en general. A pesar de que las epi-
dermis están fuertemente influenciadas por
las condiciones ambientales y aún tratándose
en la mayoría de los casos de xero-halófitas
estrictas no se observó una convergencia
evolutiva notoria denotando que las caracte-
rísticas de este tejido están fuertemente rela-
cionadas con particularidades propias de los
linajes filogenéticos, lo cual redunda en la
utilidad taxonómica de sus caracteres.
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