V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
122
Mirande, Virginia
1
; Beatriz C. Tracanna
2-3
1
Instituto de Ficología (IFico), Fundación Miguel Lillo, Miguel Lillo 251, (4000) San Miguel de Tucumán,
Argentina.
2
Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo. Universidad Nacional de Tucumán. Miguel Lillo 205,
(4000) San Miguel de Tucumán, Argentina.
3
CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).
Autor corresponsal: virginiamirande@yahoo.com.ar
Recibido: 28/08/15 – Aceptado: 02/11/15
Cianobacterias de humedales de altura
del Noroeste Argentino
Resumen — Mirande, Virginia; Beatriz C. Tracanna. 2015. “Cianobacterias de humeda-
les de altura del Noroeste Argentino”. Lilloa 52 (2). El objetivo de este trabajo fue aportar al
conocimiento de las cianobacterias de humedales de altura del Noroeste Argentino (NOA).
Se realizó un muestreo interdisciplinario del 21 de enero al 01 de febrero de 2005 que
abarcó el censo de veintiséis lagunas correspondientes a las provincias de Jujuy, Salta y
Catamarca. Las muestras cualitativas se obtuvieron mediante el filtrado de 25 litros de agua
a través de una red de plancton de 20 µm de poro. Las mismas fueron fijadas “in situ” y
observadas bajo microscopio binocular con dispositivo para dibujo. De acuerdo a los resulta-
dos obtenidos la taxocenosis estuvo integrada por 23 taxones, en su mayoría cosmopolitas
y de medios salobres, pertenecientes a Chroococcales (5), Nostocales (3) y Oscillatoriales
(15). Se citan por primera vez doce especies para Catamarca, de las cuales sólo una es un
nuevo registro para el NOA.
Palabras clave: Cyanophyta; lagunas; NOA; riqueza; salinidad; taxonomía.
AbstractMirande, Virginia; Beatriz C. Tracanna. 2015. “Cyanobacteria of High Wet-
lands from Argentinean Northwest”. Lilloa 52 (2). The objective of this paper was to contri-
bute to knowledge of Cyanobacteria of High Wetlands from Northwest of Argentina. An inter-
disciplinary sampling was realized from 21 on January to 01 on February and twentisix lakes
were studied corresponding to Jujuy, Salta and Catamarca provences. The qualitative samples
were collected with plankton net of 20 µm and filtering of 25 litres of water. These samples
were fixed in situ and observed with binocular microscopy and drawing camera in laboratory.
According of results obtained the taxocenoses was formed by 23 taxa specially cosmopolites
and brackish environments belong to Chroococcales (5), Nostocales (3) and Oscillatoriales
(15). We described for the first time twelves species to province of Catamarca and just one
for the northwestern to Argentina.
Keywords: Cyanophyta; lakes; NOA; richness; salinity; taxonomy.
INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo fue contribuir
al conocimiento de las cianobacterias de hu-
medales de la puna argentina. Las cianobac-
terias o algas azules son organismos fotoau-
tótrofos provistos de pigmentos fotosintéticos
primario (clorofila a) y otros auxiliares
como las ficobilinas que les permiten captar
la luz a diferentes longitudes de onda (Bry-
ant, 1986). Sin embargo, ciertas especies
son capaces de una fotosíntesis anóxica indu-
cida por características del hábitat, por
ejemplo, altas concentraciones de sulfuro de
hidrógeno (Cohen et al., 1986) y/o de fijar
nitrógeno atmosférico a través de heterocitos
o por fijación nocturna, a fin de impedir la
inhibición de la enzima nitrogenasa (Lee,
2008). En relación a otras condiciones am-
bientales, toleran diferentes rangos de tem-
peratura, la mayoría son mesófilas con cre-
cimiento óptimo entre 20-35ºC, aunque pue-
den crecer en hasta 74ºC (Castenholz, 1982).
Con frecuencia, las mayores diversidades y
poblaciones son halladas en aguas dulces,
pero también dominan en ambientes hiper-
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salinos como lagunas y lagos (Bauld, 1981;
Javor y Castenholz, 1981; Stal, 1995), aun-
que sólo un grupo específico es halófilo (Bro-
ck, 1976). Requieren de un pH neutro o leve-
mente alcalino, raro muy ácido; en este últi-
mo caso, ejemplo en aguas termales, crecen
normalmente a pH neutro, lo que indicaría
más bien que son acidotolerantes que acidó-
filas (Rippka et al., 1981). A pesar de ser
ubicadas en condiciones extremas de tempe-
ratura, salinidad, pH y/o sequía, sus ópti-
mos de crecimiento en laboratorio ocurren
en tenores más moderados, lo que significa-
ría que son tolerantes más que extremófilas
obligadas (Campos et al., 2005). Especies
de géneros como Anabaena, Gloeocapsa,
Gloeothece, Nostoc, Oscillatoria y Synecho-
coccus han sido halladas tanto en aguas de
baja salinidad como en lagunas saladas, por
ejemplo, las de Tebenquiche y Chaxa de San
Pedro de Atacama, Chile (Campos et al.,
1990; Zúñiga et al., 1991). Ciertas ventajas
adaptativas favorecen que estas algas domi-
nen en superficies leníticas y lóticas, como
ser: tasas de crecimiento relativamente supe-
riores a las de otros organismos fitoplanctó-
nicos en condiciones lumínicas deficientes;
regulación de la flotabilidad mediante va-
cuolas gaseosas, ubicándose a profundidades
de luz y nutrientes adecuadas; requerimien-
tos bajos de nitrógeno y presencia de gránu-
los de polifosfato (Vela et al., 2007). Asimis-
mo, cabe comentarse la producción de meta-
bolitos secundarios, algunos de los cuales
pueden ser tóxicos para la biota acuática y
terrestre e incluso el hombre, conocidos
como cianotoxinas (Sivonen y Jones, 1999;
Leflaive y Ten-Hage, 2007; Bonilla, 2009),
que suelen agruparse en neurotoxinas y hepa-
totoxinas, producidas por ciertas especies y
cepas de géneros tales como Anabaena,
Aphanizomenon, Cylindrospermopsis, Osci-
llatoria y Trichodesmium (Roset et al.,
2001).
La heterogeneidad espacial de nuestro
país, además de su enorme extensión, ha po-
sibilitado el desarrollo y la coexistencia de
una diversidad de humedales. Se indica con
este nombre, en sentido amplio, a marismas,
pantanos, turberas y áreas cubiertas de
aguas permanentes o temporales, estancadas
o fluyentes, naturales o artificiales, dulces,
salobres o saladas e incluso superficies mari-
nas cuyas profundidades no excedan los seis
metros en bajamar (Canevari et al., 1998).
En Argentina se reconocen catorce humeda-
les protegidos internacionalmente como si-
tios Ramsar por la Convención de Humeda-
les, para la cual en sus comienzos uno de
sus principales objetivos fue la conservación
y uso racional de los ambientes habitados
por aves acuáticas (Coconier, 2005; Direc-
ción de Recursos Ictícolas y Acuícolas,
2006). En la puna argentina, estos cuerpos
de agua son diferentes en dimensiones, pro-
fundidad, salinidad, bofedales asociados y
origen de las recargas (nival, subterránea,
subterránea termal, etc.). De esta manera,
cada humedal provee hábitats, recursos y
funciones alternativos para la zona y espe-
cies asociadas. Un patrón consistente es la
distinción entre lagunas profundas y saladas
de otras someras e hipersalinas. Las prime-
ras poseen abundante vegetación de macrófi-
tas y albergan una variada avifauna de pa-
tos, gallaretas y macaes. Las segundas, con
gran desarrollo ribereño, son ricas en diato-
meas y hábitat casi exclusivo de flamencos.
En las zonas de inundación de los ríos se
observan vegas o bofedales, cuya vegetación
es aprovechada por herbívoros nativos y do-
mésticos (vicuñas, llamas, burros), los cuales
son los únicos sitios con alta disponibilidad
de agua dulce y principal fuente de alimento
para estos animales. En medio del paisaje
desértico los humedales se destacan por la
abundancia de aves acuáticas, con importan-
tes endemismos. La fragilidad de estos siste-
mas está vinculada a los efectos de causas
naturales (sequías, amplitudes térmicas y
radiaciones elevadas, fuertes vientos, etc.) y
de actividades antrópicas como la minería a
cielo abierto, agricultura no sostenible y so-
brepastoreo (Caziani y Derlindati, 1999).
Los antecedentes limnológicos sobre hu-
medales de altura del Noroeste Argentino
son escasos, entre los que pueden citarse
publicaciones relacionadas con variables
limnológicas (Halloy, 1978, 1982), aves
(Caziani y Derlindati, 1999, 2000; Caziani
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124
et al., 2001), fitoplancton (Maidana y Se-
eligmann, 2006; Mirande y Tracanna, 2007,
2009; Seeligmann y Maidana, 2003; Seelig-
mann et al., 2008), zooplancton (Locascio
de Mitrovich, 1986; Locascio de Mitrovich y
Ceraolo, 1999; Locascio de Mitrovich et al.,
2005; Paggi y Villagra de Gamundi, 1980;
Villagra de Gamundi, 1994, 1998), entre
otras temáticas. Este trabajo forma parte del
III Censo Simultáneo Internacional de fla-
mencos andino (Phoenicoparrus andinus), de
James (P. jamesi) y chilensis (Phoenicopterus
chilensis) llevado a cabo en 2005 por el
equipo para la Conservación de Flamencos
Altoandinos, dirigido por la Dra. Sandra
Caziani, quienes nos invitaron para obtener
información ficológica de estos ambientes.
CARACTERÍSTICAS
DEL ÁREA DE ESTUDIO
Con referencia a los sitios seleccionados
para este estudio, cabe comentarse algunos
internacionalmente protegidos, lo cual no
implica que los otros sean de menor impor-
tancia.
Las pequeñas cuencas que conforman las
lagunas de Vilama en la provincia de Jujuy
se ubican en una altiplanicie escalonada en-
tre numerosos volcanes que constituyen la
máxima altura de la Cordillera de Los An-
des, 100 km al oeste del Monumento Natural
Laguna de los Pozuelos. Se destacan grandes
conos y planicies de lavas e ignimbritas que
contienen cuerpos de agua de diferentes ta-
maños. Los de dimensiones menores a me-
dianas son de agua dulce y más profundos,
mientras que en los más extensos y someros
como Vilama y Palar, las elevadas tempera-
turas conducen a importantes evaporaciones,
concentraciones de sales y fluctuaciones de
nivel, destacándose además un gran aporte
de sedimentos volcánicos. El clima es árido,
las precipitaciones y temperaturas medias
anuales son inferiores a 200 mm y 6°C, con
grandes amplitudes térmicas diarias. Por
más que sólo está a 1000 m de altura res-
pecto de Pozuelos, sus condiciones ambienta-
les son mucho más rigurosas, determinando
suelos esqueléticos con escasa cobertura ve-
getal (10-20%), representada por gramíneas
de hojas duras y unas que otras arbustivas.
Además del ambiente extremo y su altitud,
la región es de difícil acceso y casi no exis-
ten huellas para recorrerla. La población
humana es reducida y transitoria, residen en
Lagunilla del Farallón y durante noviembre
o diciembre trasladan sus llamas desde las
cercanías del pueblo a las vegas de Vilama,
regresando sólo esporádicamente en la esta-
ción húmeda (Caziani y Derlindati, 1999).
La laguna de Pozuelos es la de mayor exten-
sión dentro de la puna jujeña aunque ha
fluctuado y disminuido notablemente en los
últimos años (Caziani et al., 2001; Coco-
nier, 2005). Se ubica en una inmensa depre-
sión, ocupando la zona central plana de
aproximadamente 10000 ha. Este cuerpo de
agua somero y salino presenta desecamientos
periódicos, temperaturas y precipitaciones
(exclusivamente estivales) medias anuales de
7ºC y 250 mm. Se registran amplias fluctua-
ciones intra- e interanuales del espejo de
agua, asociadas a variaciones en los regí-
menes pluviales, más notorios entre estacio-
nes climáticas extremas. El nivel del agua se
reduce total o parcialmente durante la épo-
ca invernal, dejando al descubierto amplios
lodazales o desecamientos y alcanza su
máxima superficie en primavera; su períme-
tro fluctúa de 10 a 15 km
2
hasta extensiones
estimadas por encima de 90 km
2
(Igarzábal,
1978). La recuperación de la laguna, aún en
años secos se debe a la persistencia de aguas
subterráneas (acuífero libre) cuyo nivel freá-
tico aflora en épocas estivales (Sureda et al.,
2008).
Respecto a Catamarca, cuenta con algu-
nas áreas de grandes extensiones protegidas
a nivel provincial, además de ciertas reser-
vas privadas de menores dimensiones (Di
Giacomo y Coconier, 2005). Laguna Blanca
se encuentra dentro de este régimen, conoci-
da desde 1979 como la Reserva Natural de
Vida Silvestre Laguna Blanca, al norte del
departamento Belén, constituyendo la prime-
ra unidad de conservación regional. En el
año 1982 fue admitida por la UNESCO y
pasó a formar parte de la Red Mundial de
Reservas de la Biosfera. Este cuerpo de agua
somero y salino estuvo prácticamente seco
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
125
en 1998 y abarcó unas novecientas hectáreas
en el año 2000. La zona está caracterizada
por mesetas planas y valles separados por
cordones montañosos, alturas entre 3300 a
5000 msnm, a veces con nieves permanen-
tes. El clima es frío, seco y ventoso, las esca-
sas lluvias son estivales y en otoño las oca-
sionales nevadas. Los principales ríos tribu-
tarios son La Angostura y Blanco, registrán-
dose unos pocos temporarios y varios siste-
mas lacustres menores, además de bofedales
alrededor de los cursos fluyentes o vertientes.
La vegetación de tolas, estepas arbustivas y
herbáceas, típica de un paisaje desértico, en
las zonas más expuestas es prácticamente
inexistente mientras que en los sitios protegi-
dos forman densas comunidades. Las tierras
son en buena parte propiedades privadas,
extensas y albergan unas quinientas personas
dedicadas al pastoreo de llamas y ovejas,
con importantes poblaciones de vicuñas para
esquila, desarrollando una producción del
tipo sustentable. Otras actividades que reali-
zan para su abastecimiento se vinculan con
artesanías textiles y agriculturas locales.
También existen sectores fiscales provincia-
les en torno a la propia laguna Blanca. Hay
pequeños poblados como Laguna Blanca y
Corral Blanco que utilizan el agua de los
ríos para riego de cultivos y consumo huma-
no. No se efectúan actividades de control y
vigilancia pero existen carteles instalados
que advierten sobre la ubicación de la reser-
va. Las actividades mineras y turísticas re-
presentan amenazas potenciales que debe-
rían ser reguladas y organizadas (Sureda et
al., 2005). Otros sistemas lacustres incluidos
como Monumento Natural y Reserva Provin-
cial de Uso Múltiple en el proyecto de Áreas
protegidas Las Parinas de la Administración
de Parques Nacionales son las lagunas Gran-
de, La Alumbrera y Purulla. La primera, so-
mera y salina, está en parte instalada en un
pedimento minero y es el principal atractivo
en el circuito turístico a la caldera del vol-
cán Galán, la avifauna exhibe una estaciona-
lidad marcada debido a que el agua se con-
gela completamente en invierno, siendo un
sitio importante para la congregación esti-
val de flamencos, especialmente de parina
chica (Phoenicopterus jamesi). La segunda,
profunda y salina, tiene abundantes macrófi-
tas y vegetación acuática emergente en sus
orillas y se destaca por una avifauna rica y
abundante. Es uno de los pocos humedales
que conserva poblaciones invernales de aves
acuáticas en la puna catamarqueña. El prin-
cipal tributario es el río Punilla que es utili-
zado en pesca deportiva, riego y consumo
humano. Algunos problemas están asociados
con la creciente urbanización, por ejemplo
Antofagasta de la Sierra en la vega del Puni-
lla, que conllevan un incremento del turismo
y del sobrepastoreo ocasionado por una ga-
nadería intensiva (llamas, ovejas y cabras).
La tercera, la laguna Purulla se encuentra
dentro de un pedimento minero próximo a
una reserva de minerales conocida como
Cerro Blanco o Cueros de Purulla y sirve
como albergue de importantes concentracio-
nes estivales de parina grande (Phoeni-
copterus andinus) (Sureda y Caziani, 2007 a,
b, c).
MATERIALES Y MÉTODOS
Durante el verano 2005 se efectuó un
muestreo interdisciplinario que abarcó tres
provincias del Noroeste Argentino, 1) Jujuy:
sistema lagunar de Vilama, lagunas de Po-
zuelos, Los Enamorados y Runtuyoc; 2) Sal-
ta: laguna Pastos Grandes; 3) Catamarca:
lagunas La Alumbrera, Purulla, Grande, Ca-
rachi Pampa, Diamante, Baya, del Salitre,
Blanca y el embalse Cortaderas (cola). Debi-
do a una reducción volumétrica, la laguna
Palar estuvo dividida en dos zonas muy
próximas entre si, las cuales fueron conside-
radas como Palar Chica y Palar Grande (Ta-
bla 1, Fig. 1).
Se contó con datos de pH y conductividad
eléctrica (µS/cm), los cuales fueron medidos
en campo con un termómetro de máxima y
un conductímetro de lectura directa. Las
muestras cualitativas se extrajeron mediante
el filtrado de 25 litros de agua a través de
una red de 20 µm de poro, para lo cual hubo
que introducirse en estos ambientes someros
a varios metros de las orillas y fueron fijadas
«in situ» con formaldehído 4%. La observa-
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
126
ción de los ejemplares se realizó bajo mi-
croscopio binocular con dispositivo para di-
bujo a diferentes aumentos. Las mediciones
de las especies descriptas son propias, indi-
cándose entre paréntesis las menos frecuen-
tes. Las abreviaturas empleadas fueron: l
(longitud), a (ancho) y d (diámetro).
Con referencia a las determinaciones de
los ejemplares se hicieron en base a Anag-
nostidis y Komárek (1988), Bourrelly (1985),
Desikachary (1959), Frémy (1930), Geitler
(1932), Komárek y Anagnostidis (1986,
1989, 2005), Seeligmann (1990), Tracanna
(1985). Para las distribuciones geográficas
de las especies se recurrió a los catálogos de
Tell (1985) y Del Giorgio (1988) y a publi-
caciones referidas al Noroeste Argentino,
incluyéndose este último ítem para verificar
que especies son citadas por primera vez
para esta región. Los nombres de los sitios
donde las entidades taxonómicas fueron lo-
calizadas se colocaron alfabéticamente.
Otras bibliografías consultadas son indica-
das en Taxonomía y Discusión.
En relación al material estudiado, las
características de los ambientes en que se
realizaron las colectas y las distribuciones de
las especies en los sitios de muestreo son
detalladas en las tablas 1 y 2.
RESULTADOS
Las condiciones de salinidad de los am-
bientes estudiados fueron variables, mientras
que las aguas se caracterizaron por ser alca-
linas (Tabla 1).
Las cianobacterias contribuyeron con 23
taxones pertenecientes a los órdenes Chro-
ococcales (5), Nostocales (3), Oscillatoriales
(15). El máximo número de especies se ob-
tuvo en la provincia de Catamarca en la la-
guna del Salitre (13) y el menor en Jujuy en
el sistema lagunar de Vilama representado
por Phormidium favosum en Colpayoc, sin
registro en Catal (Tabla 2, Fig. 2).
Las Chroococcales fueron halladas en
aquellas aguas con tenores salinos y salino-
hipersalinos, salvo en la laguna Diamante
donde su aporte a la taxocenosis en estudio
fue del 23%, correspondiendo el mayor a
Oscillatoriales (54%). Este último grupo
aportó a los respectivos totales de especies el
50-100% en todos los ambientes analizados.
En relación a las Nostocales, fueron observa-
das en bajos números en las diferentes salini-
dades y sus contribuciones estuvieron en ge-
neral por debajo de 33%, excepto en las la-
gunas Arenal, Guinda y Honda donde llega-
ron a 50%.
Anabaena variabilis, Leptolyngbya fragi-
lis, L. valderiana, Nodularia spumigena,
Phormidium breve, P. chalybeum, P. holde-
nii, P. molle, P. tergestinum, Planktolyngbya
limnetica y Spirulina major fueron encontra-
das en por lo menos cinco de los veintiséis
sitios analizados. La especie Phormidium
breve fue la más frecuente ya que estuvo en
prácticamente todos los sistemas lacustres
censados (88%).
Fig. 1. Ubicación de las áreas de estudio en
las provincias seleccionadas.
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
127
TAXONOMÍA
División Cyanophyta
Clase Cyanophyceae
Orden Chroococcales
Familia Chroococcaceae
Chroococcus
Nägeli, 1849
Chroococcus turgidus (Kütz.)
Nägeli, Gatt. einzell. Alg., p. 46, 1849
(Fig. 3A)
Colonias de l: (15) 40-43 µm y a: (12) 30-
33 µm. Células esféricas o elipsoidales de
color verde-azulado, solitarias o en grupos
de 2-4 (raro 8), cada una rodeada por un
mucílago incoloro además del parental, de l:
(8) 14-16 µm y a: (5) 20-22 µm (sin vaina).
Ecología.— En aguas estancadas, dulces,
salobres, lagos, turberas, rocas húmedas
(Frémy, 1930: 36). Planctónica (Desikachary,
1959: 101).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 36). En Argentina: Buenos Ai-
res, Corrientes, Neuquén, Río Negro, Salta
(Tell, 1985: 6); sin datos (Del Giorgio,
1988). En el Noroeste Argentino: Catamar-
ca, Jujuy, Tucumán (Tracanna, 1985: 10);
Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007: 42); Salta
(Tell, 1985).
Merismopedia
Meyen, 1839
Merismopedia glauca (Ehr.)
Nägelli, Gatt. Einzell. Alg.,
p. 55, Pl. 1 D, 1849.
(Fig. 3B)
Colonias de 16-64 células. Células vege-
tativas ovales o esféricas de color verde-azu-
lado, de d: (3) 4-5 µm.
Ecología.— Aguas estancadas, planctóni-
ca o entre otras algas (Frémy, 1930: 13).
Aguas estancadas y entre otras algas, tam-
bién en aguas salobres, a veces en el planc-
ton (Geitler, 1932: 264).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 13). En Argentina: Buenos Ai-
res, Corrientes, Neuquén, Río Negro, Tierra
del Fuego (Tell, 1985: 9); sin datos (Del
Giorgio, 1988). En el Noroeste Argentino:
Jujuy (Tell, 1985); Tucumán (Seeligmann,
1998: 38; Mirande y Tracanna, 2003: 63;
Mirande, 2006: 65).
Merismopedia punctata Meyen,
in Wiegm. Arch., II, p. 67, 1839
(Fig. 3C)
Colonias pequeñas a grandes, for-
madas por 4-64 células dispuestas laxa o
apretadamente. Células vegetativas ovales o
Fig. 2. Variaciones de la riqueza específica.
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
128
esféricas de color verde-azulado, de d: (2)
2,5-3 µm.
Ecología.— Aguas estancadas, solitarias
o entre otras algas, raro en aguas fluyentes
(Frémy, 1930: 12). Aguas estancadas y entre
otras algas, en el plancton, fuentes termales,
también marinas según Lagerheim (Geitler,
1932: 263).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 12). En Argentina: Buenos Ai-
res, Tierra del Fuego (Tell, 1985: 10); sin
datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Tucumán (Mirande et al., 2001:
237).
Microcystis
Kützing, 1833
Microcystis flos-aquae (Wittr.) Kirchn.,
Chroococcaceae, Engl. u. Prantl, Naturl.
Pflzfam., I, 1a, p. 56, 1898
(Figs. 3D, E)
Colonias esféricas a irregulares, no perfo-
radas. Células vegetativas de color verde-
azulado pálido, dispersas en un mucílago
incoloro, de d: 4-6 (6,5) µm.
Ecología.— En aguas estancadas, planc-
tónica (Frémy, 1930: 19).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 19). En Argentina: Corrientes,
Entre Ríos, Neuquén, Santa Cruz (Tell, 1985:
11); sin datos (Del Giorgio, 1988). En el
Noroeste Argentino: Jujuy (Mirande y Tra-
canna, 2007: 43); Tucumán (Seeligmann y
Tracanna, 1994: 25; Mirande y Tracanna,
1995: 213; Tracanna et al., 1996: 17; Tra-
canna y Martínez De Marco, 1997: 28).
Synechococcus
Nägelli, 1848
Synechococcus aeruginosus Nägelli,
Gatt. Einzell. Algen, 56, pl. 1, E, fig. 1,
1849.
(Fig. 3F)
Células vegetativas elipsoidales a cilín-
dricas de color verde-azulado, cuya longitud
puede alcanzar hasta dos veces el ancho, de
l: 10-11 µm y a: 7-8 µm, solitarias o unidas
formando cadenas cortas (2-4).
Ecología.— Rocas húmedas, altas con-
ductividades, raro en fuentes termales (Geit-
ler, 1932: 274). Suelos húmedos, en arroyos
(Desikachary, 1959: 143).
Distribución geográfica.— En Argentina:
Antártida (Tell, 1985: 12); sin datos (Del
Giorgio, 1988). En el Noroeste Argentino:
Tucumán (Seeligmann, 1998: 38).
Orden Nostocales
Familia Anabaenaceae
Anabaena
Bory de St. Vincent, 1822
Anabaena variabilis Kützing,
Phyc. Gen., p. 210, 1843.
(Fig. 3G)
Tricomas rectos de color verde-azulado.
Células vegetativas de l: (2) 3-4,5 µm y a:
(3) 3,5-5 µm. Heterocitos de l: 5-6 (7) µm y
a: 4-6 µm. Célula apical cónica-obtusa.
Observaciones.— Los caracteres coinci-
dieron con los dados para esta especie, a
pesar de que no se observaron acinetos (Fré-
my, 1930: 360; Geitler, 1932: 876; Desika-
chary, 1959: 410).
Ecología.— En aguas salobres o dulces,
libremente flotando (Frémy, 1930: 361; Gei-
tler, 1932: 877). Aguas estancadas, también
en arroyos, ríos (Desikachary, 1959: 411).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 361). En Argentina: Buenos
Aires, Córdoba, Santa Cruz (Tell, 1985: 18);
sin datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Jujuy, Salta (Mirande y Tracanna,
2007: 43).
Familia Nostocaceae
Nodularia
Mertens, 1822
Nodularia spumigena Mertens, in Jürgens,
Alg. Dec. 15, nº 4, 1822.
(Fig. 3H)
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
129
Filamentos de a: (7) 8-11 (14) µm. Vaina
delgada o gruesa e incolora. Células vegeta-
tivas discoidales-cortas de color verde-azula-
do, de l: (2) 2,5-4 µm y a: (5) 6-8 (10) µm.
Heterocitos de l: (4,5) 5-6 (8) µm y a: (8) 8-
9 (12) µm. Acinetos de l: 8-9 µm y a: 11-12
µm. Célula apical redondeada.
Ecología.— En aguas estancadas, tam-
bién salobres, además de otros ambientes
(Geitler, 1932: 866). Aparece en medios sa-
lobres eutróficos; forma densas floraciones,
por ejemplo, en el Mar Báltico (Komárek et
al., 2003; Bonilla, 2009).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Geitler, 1932: 866). En Argentina: Buenos
Aires, Santa Cruz (Tell, 1985: 21); sin datos
(Del Giorgio, 1988). En el Noroeste Argenti-
no: Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007: 43);
Tucumán (Tracanna, 1985: 14; Tracanna y
Martínez De Marco, 1997: 27).
Nostoc
Vaucher, 1803
Nostoc linckia (Roth)
Bornet. In Born. et Thur., Notes algol.,
fasc. II, p. 86, Pl. 28, fig. 1-2, 1880; Born.
et Flah., Révision, IV, p. 192, 1888.
(Fig. 3I)
Colonia al comienzo esférica y luego
amorfa. Filamentos fuertemente curvados y
flexuosos. Vaina incolora. Células como to-
nel, comprimidas-cortas, de a: 3,5-4 (5) µm.
Heterocitos esféricos, de d: 5-5,5 µm.
Observaciones.— Los caracteres coinci-
dieron con los dados para esta especie, a
pesar de que no se observaron acinetos (Fre-
my, 1930: 332; Geitler, 1932: 838).
Ecología.— En aguas estancadas, dulces y
salobres, en sus primeras etapas son fijos y
en las posteriores flotan libremente (Fremy,
1930: 332). Aguas estancadas, también en
ambientes salinos, al principio fijo al sustra-
to (Geitler, 1932: 866).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Fremy, 1930: 332). En Argentina: Santa
Cruz (Tell, 1985: 23); sin datos (Del Gior-
gio, 1988). En el Noroeste Argentino: Tucu-
mán (Martínez De Marco, 1995: 37, cita dos
formas, N. linckia f. piscinale (Kütz.) Elenk.
y N. linckia f. muscorum (Ag.) Elenk.).
Orden Oscillatoriales
Familia Pseudanabaenaceae
Leptolyngbya
Anagnostidis et Komárek, 1988
Leptolyngbya fragilis (Gom.)
Anagnostidis et Komárek, Cyanoprokariota
19/2, p. 197, fig. 241, 1988.
(Fig. 3J)
Filamentos variadamente curvados, den-
samente entremezclados o con un arreglo
casi recto y paralelos entre si. Vaina muy
delgada, poco diferenciable e incolora. Tri-
comas de color verde-azulado pálido a bri-
llante, constrictos, de tabiques transversales
no granulosos y de extremos en general leve-
mente atenuados. Células vegetativas casi
isodiamétricas, raro hasta dos veces más lar-
gas que anchas, de l: 1-2 µm y a: 1-1,5 (2)
µm. Célula apical más o menos cónica-agu-
da excepcionalmente obtusa-cónica, sin ca-
liptra o pared externa engrosada.
Ecología.— Marina, sobre rocas costeras
en zonas litorales y supralitorales, también
en aguas salinas y salobres continentales y
en fuentes termales, raro subaerofítica en
suelos salinos (Anagnostidis y Komárek,
1988: 198).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Anagnostidis y Komárek, 1988: 198). En
Argentina: Antártida, Jujuy (Tell, 1985: 38,
como Phormidium fragile (Menegh.) Gom.);
sin datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Jujuy (Tell, 1985).
Leptolyngbya tenuis (Gom.)
Anagnostidis et Komárek, Arch. Hydro-
biol., Suppl. 80, 1-4, p. 393, 1988.
(Fig. 3K)
Filamentos generalmente flexuosos, de a:
2-2,5 µm. Vaina muy delgada, evanescente e
incolora. Tricomas de color verde-azulado
pálido a brillante, no a levemente constric-
tos, tabiques transversales no granulosos y
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
130
Fig. 3 A-W. A) Chroococcus turgidus. B) Merismopedia glauca. C) M. punctata. D- E) Mi-
crocystis flos-aquae. D) Aspecto general. E) Detalle de la colonia. F) Synechococcus aerugi-
nosus. G) Anabaena variabilis. H) Nodularia spumigena. I) Nostoc linckia. J) Leptolyngbya fra-
gilis. K) L. tenuis. L) L. valderiana. M) Spirulina major. N) Lyngbya martensiana. Ñ) Oscillato-
ria tenuis. O) Phormidium autumnale. P) P. breve. Q) P. chalybeum. R) P. favosum. S) P. hol-
denii. T) P. inundatum. U) P. molle. V) P. tergestinum. W) Planktolyngbya limnetica. Las esca-
las de las figuras equivalen a 10 µm.
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
131
extremos gradual a abruptamente atenuados.
Células vegetativas de l: 2,5-3 (4) µm y a:
(1,5) 2-2,5 µm. Célula apical más o menos
alargada, cónica-obtusa raro redondeada,
sin caliptra o pared externa engrosada.
Ecología.— Principalmente en suelos pero
también en aguas dulces y salobres y en es-
tanques someros (Komárek y Anagnostidis,
2005: 220).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita (Komárek y Anagnostidis, 2005:
220). En Argentina: Buenos Aires (Tell,
1985: 39, como Phormidium tenue (Me-
negh.) Gom.); sin datos (Del Giorgio, 1988).
En el Noroeste Argentino: Jujuy (Mirande y
Tracanna, 2007: 43); Tucumán (Martínez De
Marco, 1995: 19, como Lyngbya tenue
(Gom.) M. De Marco).
Leptolyngbya valderiana (Gom.)
Anagnostidis et Komárek, Arch.
Hydrobiol., Suppl. 80, 1-4, p. 393, 1988.
(Fig. 3L)
Filamentos flexuosos, de a: (2) 5-6 (6,5)
µm. Vaina delgada, firme e incolora. Trico-
mas de color verde-azulado pálido a brillan-
te, no a levemente constrictos, tabiques trans-
versales generalmente granulosos, con 1 o 2
gránulos hacia cada lado y extremos rectos,
no atenuados. Células vegetativas de l: (2) 5-
6 (6,5) µm y a: 1,5-2,5 µm. Célula apical
más o menos redondeada, a veces subhemis-
férica, no capitada.
Ecología.— En aguas dulces, fluyentes o
estancadas, a veces salobres, bentónica (Ko-
márek y Anagnostidis, 2005: 211).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 143, como Phormidium valde-
rianum Gom.). En Argentina: sin datos (Tell,
1985; Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Jujuy (Mirande y Tracanna,
2007: 44); Tucumán (Seeligmann, 1990: 34,
como Lyngbya valderianum f. medium Se-
eligmann).
Spirulina
Türpin ex Gomont, 1892
Spirulina major Kützing ex Gomont,
Monogr. Oscillariées, p. 271 o 251, pl. 7,
fig. 29, 1892.
(Fig. 3M)
Tricomas de color verde-azulado pálido a
brillante, regularmente espiralados, no o
muy levemente constrictos a nivel de tabiques
transversales. Espiras levógiras, de arreglo
aproximadamente cuadrangular, distancia-
das entre si: (3) 4-5 µm, de l: 4-5 µm y a:
1,7-2 (2,5) µm y extremos redondeados.
Ecología.— En aguas estancadas, conge-
ladas o termales, dulces o salobres (Frémy,
1930: 234). En aguas estancadas dulces o
salobres, a menudo solitaria o entre otras
algas (Komárek y Anagnostidis, 2005: 148).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 234). En Argentina: Buenos
Aires, Santa Cruz (Tell, 1985: 41); sin datos
(Del Giorgio, 1988). En el Noroeste Argenti-
no: Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007: 43);
Tucumán (Tracanna, 1985: 22, como Oscilla-
toria oscillarioides (Turp.) Iltis).
Familia Phormidiaceae
Lyngbya
Agardh ex Gomont, 1892
Lyngbya martensiana Meneghini
ex Gomont, Monogr. Oscillariées, p. 145,
1892.
(Fig. 3N)
Filamentos flexuosos o curvados, a veces
rectos, de a: 14-15 µm. Vaina gruesa, incolo-
ra, de a: 1,5-2 µm. Tricomas cilíndricos, de
color verde-azulado pálido, no constrictos,
de contenido finamente granuloso que con-
tiene a veces gránulos gruesos refringentes,
tabiques transversales finamente granulosos
o no y extremos no atenuados. Células vege-
tativas de l: (2,5) 3-4 (5) µm y a: (9) 10-11
µm. Célula apical redondeada, no capitada,
sin caliptra o pared externa engrosada.
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
132
Ecología.— Aguas estancadas o fluyentes,
termales, raro marinas, a veces también so-
bre suelos húmedos (Frémy, 1930: 191). En
estanques y aguas fluyentes, ambientes mari-
nos y termales, suelo, perifítica (Komárek y
Anagnostidis, 2005: 612).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita (Frémy, 1930: 191). En Argenti-
na: Buenos Aires, Salta (Tell, 1985: 28); sin
datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Salta (Tell: 1985); Catamarca y
Jujuy (Tracanna, 1985: 26); Jujuy (Mirande
y Tracanna, 2007: 45); Tucumán (Tracanna,
1985: 26; Martínez De Marco, 1995: 18;
Mirande y Tracanna, 2004: 39, como Por-
phyrosiphon martensianus (Meneg. ex Gom.)
Anagn. et Kom.).
Oscillatoria
Vaucher ex Gomont, 1892
Oscillatoria tenuis Agardh ex Gomont,
Monogr. Oscillariées, p. 220, 1892.
(Fig. 3Ñ)
Tricomas de color verde-azulado más o
menos rectos, no o muy levemente constric-
tos, de contenido finamente granuloso que
contiene a veces gránulos gruesos refringen-
tes, tabiques transversales granulosos o no,
extremos a veces levemente curvados y no
atenuados. Células vegetativas de l: (1,5) 2-
3 µm y a: (6) 9-12 µm. Célula apical redon-
deada, no capitada, con pared externa ape-
nas engrosada.
Ecología.— En aguas dulces, ocasional-
mente localizada en paredes rocosas húme-
das, bentónica (Komárek y Anagnostidis,
2005: 589).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita (Komárek y Anagnostidis,
2005: 589). En Argentina: Antártida, Buenos
Aires, Corrientes, Puna de Atacama, Río Ne-
gro, Santa Cruz (Tell, 1985: 36); sin datos
(Del Giorgio, 1988). En el Noroeste Argenti-
no: Catamarca, Jujuy y Tucumán (Tracanna,
1985: 24, como O. tenuis var. asiatica
Wille); Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007:
45); Puna de Atacama (Tell, 1985: 36); Sal-
ta (Tell: 1985: 36, como O. tenuis var. na-
tans (Kütz.) Gom.); Tucumán (Mirande et
al., 2001: 237).
Phormidium
Kützing ex Gomont, 1892
Phormidium autumnale (Ag.) Trevisan
ex Gomont, Monogr. Oscill., p. 187, 1892.
(Fig. 3O)
Filamentos generalmente rectos, raro
flexuosos. Vaina delgada, firme o difluente,
a veces ausente. Tricomas de color verde-
azulado, no a levemente constrictos, tabiques
transversales frecuentemente granulosos, ex-
tremos a menudo abrupta y fuertemente ate-
nuados. Células vegetativas cuadradas o
hasta la mitad de la longitud, raro más lar-
gas que anchas, de l: (1,5) 3-5 (7) µm y a:
(3,5) 4-7 (7,5) µm. Célula apical en general
algo elongada, capitada, con caliptra redon-
deada o truncada.
Ecología.— Especie aparentemente nitró-
fila, en suelos y piedras húmedas, bases de
muros, raro orillas de ríos, a veces sobre
rocas en zonas influenciadas por el mar
(Frémy, 1930: 164). En aguas dulces estan-
cadas o fluyentes, también sobre rocas coste-
ras marinas, fuentes termales, perifítica,
raro bentónica, nitrófila (Komárek y Anag-
nostidis, 2005: 473).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 164). En Argentina: Antártida,
Buenos Aires, Córdoba, Santa Cruz (Tell,
1985: 38, como P. autumnale (Ag.) Gom.); sin
datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste Ar-
gentino: Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007:
45); Tucumán (Seeligmann, 1990: 29, como
L. autumnale (Ag.) Bourr.; Mirande, 1994:
322, como L. autumnale (Ag.) Bourr., 2006:
64, como P. autumnale Gom.; Mirande et al.,
2001: 237, como P. autumnale (Ag.) Gom.).
Phormidium breve (Kütz. ex Gom.)
Anagnostidis et Komárek, Arch.
Hydrobiol., Suppl. 80, 1-4, p. 404, 1988.
(Fig. 3P)
Tricomas rectos de color verde-azulado,
no constrictos, tabiques granulosos o no,
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
133
extremos gradualmente atenuados y leve-
mente curvados. Células vegetativas de l:
(1,5) 2-3 (5) µm y a: (3) 4-6 µm. Célula api-
cal cónica-redondeada, no capitada, sin ca-
liptra ni pared externa engrosada.
Ecología.— En aguas dulces, marinas,
salobres, bentónica (Komárek y Anagnosti-
dis, 2005: 421).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Komárek y Anagnostidis, 2005: 421). En
Argentina: Antártida, Buenos Aires, Chubut,
Santa Cruz (Tell, 1985: 32, como Oscillato-
ria brevis Kütz.); sin datos (Del Giorgio,
1988). En el Noroeste Argentino: Jujuy (Tra-
canna, 1985: 18, como O. brevis (Kütz.)
Gom.); Jujuy, Salta (Mirande y Tracanna,
2007: 46); Tucumán (Seeligmann, 1990: 23,
como O. brevis f. agranulosum Seeligmann;
Mirande y Tracanna, 2004: 37, como P. bre-
ve (Kütz. ex Gom.) Anagn. et Kom.).
Phormidium chalybeum (Mert. ex Gom.)
Anagnostidis et Komárek, Arch.
Hydrobiol., Suppl. 80, 1-4, p. 405, 1988.
(Fig. 3Q)
Tricomas de color verde-azulado pálido,
rectos o a veces laxa e irregularmente espira-
lados, levemente constrictos, de contenido
finamente granuloso que contiene en ocasio-
nes gránulos gruesos refringentes, tabiques
transversales no o poco granulosos, extremos
uncinados, curvados y apenas atenuados.
Células vegetativas de l: (3) 4-5 (7) µm y a:
(7) 9-13 (15) µm. Célula apical obtusa, no
capitada, sin caliptra.
Ecología.— En aguas dulces, fluyentes o
estancadas, también en medios contamina-
dos, salobres, perifítica y bentónica (Komá-
rek y Anagnostidis, 2005: 424).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita (Komárek y Anagnostidis, 2005:
424). En Argentina: Corrientes (Tell, 1985:
32, como Oscillatoria chalybea Mert.); sin
datos (Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Catamarca (Tracanna, 1985: 20,
como O. chalybea (Mert.) Gom.); Jujuy (Mi-
rande y Tracanna, 2007: 46); Tucumán (Mi-
rande y Tracanna, 1995: 216, como O.
chalybea (Mert.) Gom., 2004: 37, como P.
chalybeum (Mert. ex Gom.) Anagn. et Kom.;
Seeligmann, 1998: 38, como O. chalybea
(Mert.) Gom.; Seeligmann et al., 2001: 126,
como O. chalybea Mert.).
Phormidium favosum Gomont,
Monogr. Oscill., p. 180, 1892.
(Fig. 3R)
Filamentos largos, más o menos curvados
o rectos, de a: 4,5-6 µm. Vaina generalmen-
te ausente o delgada, difluente e incolora.
Tricomas de color verde-azulado pálido, no
constrictos, tabiques transversales granulo-
sos, extremos gradualmente atenuados. Cé-
lulas vegetativas de l: (2) 3-4 µm y a: (4)
4,5-6 µm. Célula apical capitada, con calip-
tra obtusa-cónica a casi subhemisférica.
Ecología.— Sobre piedras y maderas hú-
medas, plantas sumergidas, en aguas dulces,
termales (Frémy, 1930: 160). Generalmente
en aguas fluyentes frías, termales, bentónica
(Komárek y Anagnostidis, 2005: 475).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Frémy, 1930: 160). En Argentina: sin datos
(Tell, 1985: 38, como P. favosum (Bory)
Gom.; Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: Jujuy (Mirande y Tracanna,
2007: 46); Tucumán (Seeligmann, 1990: 29,
como Lyngbya favosa Bory).
Phormidium holdenii (Forti)
Anagnostidis, Preslia 73, p. 359-375, 2001.
(Fig. 3S)
Filamentos, de a: 3,5-4,3 (5) µm, vaina
delgada e incolora. Tricomas de color verde-
azulado pálido, levemente constrictos, tabi-
ques transversales no granulosos, extremos
no atenuados. Células vegetativas de l: (2,5)
3-4 (6) µm y a: (2,5) 3,5-4 (4,5) µm. Célula
apical cilíndrica-redondeada o cónica-redon-
deada.
Ecología.— Marina, en la zona litoral so-
bre algas y rocas (Komárek y Anagnostidis,
2005: 427).
Distribución geográfica.— En Argentina:
sin datos (Tell, 1985; Del Giorgio, 1988). En
el Noroeste Argentino: Jujuy, Salta (Mirande
y Tracanna, 2007: 46).
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
134
Phormidium inundatum Kützing
ex Gomont, 1892.
(Fig. 3T)
Filamentos más o menos rectos a veces
curvados. Vaina delgada, difluente e incolo-
ra. Tricomas de color verde-azulado pálido,
no constrictos, tabiques transversales gene-
ralmente granulosos, extremos rectos y am-
pliamente atenuados. Células vegetativas
casi isodiamétricas o algo más cortas o más
largas que anchas, de l: (4,5) 5-7 µm y a:
(3) 4,5-5 µm. Célula apical obtusa-cónica o
redondeada-cónica, sin caliptra, de a: 1,7-2
(2,7) µm.
Ecología.— Perifítica, en aguas fluyentes,
estancadas, lagos, dulces, tal vez termales,
oligo a mesotrófica (Komárek y Anagnosti-
dis, 2005: 430).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita (Komárek y Anagnostidis,
2005: 430). En Argentina: sin datos (Tell,
1985: 38; Del Giorgio, 1988). En el Noroeste
Argentino: sin datos.
Phormidium molle Gomont, Monogr.
Oscill., p. 183, 1892.
(Fig. 3U)
Filamentos generalmente rectos, raro le-
vemente curvados. Vaina delgada e incolora.
Tricomas de color verde-azulado pálido o
brillante, levemente constrictos, tabiques
transversales no granulosos, gruesos (apa-
riencia de células distanciadas entre si), ex-
tremos no atenuados. Células vegetativas de
l: (2,5) 3,5-5 µm y a: (2) 2,5-3 (3,5) µm.
Célula apical cilíndrica, sin caliptra o pared
externa engrosada.
Ecología.— En agua dulce, a veces en
aguas salobres y salinas, ocasionalmente en
manantiales minerales y termales, perifítica
(Komárek y Anagnostidis, 2005: 437).
Distribución geográfica.— Ampliamente
distribuida (Komárek y Anagnostidis, 2005:
437). En Argentina: Buenos Aires, Santa Cruz
(Tell, 1985: 39, como P. molle (Kütz.)
Gom.); sin datos (Del Giorgio, 1988). En el
Noroeste Argentino: Jujuy, Salta (Mirande y
Tracanna, 2007: 46).
Phormidium tergestinum (Kütz.)
Anagnostidis et Komárek, Arch.
Hydrobiol., Suppl. 80, 1-4, p. 405, 1988.
(Fig. 3V)
Filamentos generalmente rectos, vaina
delgada e incolora, con frecuencia ausente y
desarrollada ante un estrés ambiental. Tri-
comas de color verde-azulado pálido o bri-
llante, constrictos o no, tabiques transversa-
les granulosos o no, extremos no o excepcio-
nalmente apenas atenuados y curvados. Cé-
lulas vegetativas de l: (1,5) 2-4 µm y a: (3)
4-5 µm. Célula apical redondeada o más o
menos subhemisférica que puede tener la
pared externa engrosada.
Ecología.— En agua dulce, estancadas y
fluyentes, a veces ricas en nutrientes orgáni-
cos, también en medios contaminados, salo-
bres, termales, bentónica (Komárek y Anag-
nostidis, 2005: 453).
Distribución geográfica.— Probablemente
cosmopolita, excepto en zonas polares (Ko-
márek y Anagnostidis, 2005: 453). En Ar-
gentina: Buenos Aires (Tell, 1985: 39, como
P. tenue (Meneg.) Gom.); sin datos (Del
Giorgio, 1988). En el Noroeste Argentino:
Jujuy (Mirande y Tracanna, 2007: 46); Cata-
marca (Tracanna, 1985: 24, como Oscillato-
ria tenuis Ag.); Salta (Salusso, 1998, como
O. tenuis Ag.); Tucumán (Tracanna, 1985:
24, como O. tenuis var. tergestina Rabenh.;
Seeligmann, 1990: 25, como O. tenuis var.
tergestina Rabenh.; Mirande y Tracanna,
2004: 39, como P. tenue (Ag. ex Gom.) Ana-
gn. et Kom.).
Planktolyngbya Anagnostidis
et Komárek, 1988
Planktolyngbya limnetica (Lemm.)
Komárková-Legnerová et Cronberg, Arch.
Hydrobiol. / Algolog. Stud. 67, p. 21, 22,
1992.
(Fig. 3W)
Filamentos solitarios, rectos o levemente
curvados. Vaina delgada, incolora, frecuen-
temente visible. Tricomas de color verde-azu-
lado pálido, no a levemente constrictos, ta-
Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
135
biques transversales no granulosos, extremos
no atenuados. Células vegetativas de l: (1) 2-
3 (5) µm y a: 1,5-2 (2,5) µm. Célula apical
redondeada o punteada-obtusa.
Ecología.— Planctónica y entre otras al-
gas, aguas dulces, estancadas, lagos, raro
en medios salobres (Komárek y Anagnosti-
dis, 2005: 160).
Distribución geográfica.— Cosmopolita
(Komárek y Anagnostidis, 2005: 160). En
Argentina: Buenos Aires, Corrientes, Santa
Cruz (Tell, 1985: 28, como Lynbya limnetica
Lemm.); Catamarca (Del Giorgio: 573,
como L. limnetica f. maxima Tracanna). En
el Noroeste Argentino: Catamarca (Tracan-
na, 1985: 26, como L. limnetica f. maxima
Tracanna); Jujuy (Mirande y Tracanna,
2007: 47); Salta (Salusso, 1998, como L.
limnetica Lemm.); Tucumán (Seeligmann,
1990: 30, como L. limnetica Lemm.; Miran-
de y Tracanna, 1995: 214, como L. limneti-
ca Lemm., 2004: 37, como P. limnetica
(Lemm.) Kom.-Legn. et Cronb.); Tracanna et
al., 1996: 18, como L. limnetica Lemm.).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La influencia de ciertas características de
los cuerpos de agua estudiados en la compo-
sición de las cianobacterias se puso de mani-
fiesto en este trabajo. En la mayoría de las
lagunas censadas los flamencos estuvieron
sumergidos hasta sus rodillas, lo cual eviden-
ció la poca profundidad de estos ambientes
someros por más que no se contó con datos
numéricos. Para la toma de las muestras
hubo que introducirse a varios kilómetros de
la orilla, hasta un punto donde la profundi-
dad de la columna de agua llegara aproxi-
madamente a 35 cm. Este hecho en conjun-
ción con otros factores como la turbulencia
inducieron la deriva de organismos de otros
hábitats, siendo resaltada la importancia de
esta variable en la vida acuática (Ambühl,
1960; Margalef, 1983).
La taxocenosis estuvo constituida espe-
cialmente por especies raras, en su mayoría
cosmopolitas y de medios salobres (Desika-
chary, 1959; Huber-Pestalozzi, 1983; Komá-
rek y Anagnostidis, 2005; otros). De ahí que
de los veintitrés registros obtenidos sólo
Anabaena variabilis, Leptolyngbya fragilis,
Phormidium breve, P. chalybeum, P. molle y
Planktolyngbya limnetica estuvieron repre-
sentadas en nueve de los veintiséis puntos de
muestreo, es decir, con una frecuencia relati-
va 34,6%. Por otro lado, junto con ejem-
plares planctónicos se identificaron otros
perifíticos y bentónicos como Leptolyngbya
valderiana, Lyngbya martensiana, Oscillato-
ria tenuis, Phormidium autumnale y P. breve.
En relación a la laguna Catal donde no se
detectaron azules es importante comentar
que fueron observadas por otros científicos
en campañas anteriores, pero no publicaron
un listado de los taxones hallados (Caziani y
Derlindati, 1999).
Con referencia a la tolerancia de las cia-
nobacterias, valores elevados de pH en los
cuerpos de agua están vinculados con el pre-
dominio del anión bicarbonato, el cual es
asimilado de modo directo o indirecto por
la mayoría de las algas (Cairns et al.,
1972); esto conlleva el aporte de cationes al
entorno, entre los cuales sodio y potasio son
los más frecuentes. Diversos estudios de la-
boratorio a diferentes gradientes de salini-
dad han demostrado que estos iones son nu-
trientes esenciales para el crecimiento de
este grupo (Provasoli, 1969; Cole, 1988).
Datos aportados por Caziani y Derlindati
(1999) para el sistema de Vilama indicaron
rangos de sodio entre 60-13800 (estación
húmeda: enero 1997) y 178-48000 (estación
seca: octubre 1997) miligramos por litro,
por lo cual este elemento no sería limitante
en estos ambientes. La capacidad de exhibir
fenómenos osmóticos es una de las propieda-
des que les permitiría ser comunes en estos
medios salobres donde la concentración fluc-
túa de manera importante y coincidiría con
lo enunciado por Margalef (1983), quien a
su vez atribuyó que este es uno de los moti-
vos por los cuales las cianofitas son escasas
en el plancton marino. Un trabajo sobre la-
gos salinos e hipersalinos de Argentina que
incluyó a las lagunas de Vilama, resaltó que
la salinidad estuvo asociada fundamental-
mente a las condiciones de evaporación más
que al sustrato mineral (Drago y Quirós,
V. Mirande, B. C. Tracanna: Cianobacterias de humedales del Noroeste Argentino
136
1996) y, por consiguiente, indirectamente
relacionada con la morfología de los cuer-
pos de agua (Caziani y Derlindati, 1999). En
las lagunas con superficies mayores a 4500
ha, Pozuelos (salina) y Vilama (hipersalina),
es probable que la mayor riqueza específica
en ésta estuviera vinculada con su mayor es-
tabilidad salina en relación con la distribu-
ción anual de las precipitaciones, ya que
Pozuelos se encuentra sometida a importan-
tes fluctuaciones volumétricas (Caziani et
al., 2001; Coconier, 2005).
Si se compara la riqueza en azules entre
las provincias seleccionadas, en práctica-
mente todos los cuerpos de agua estudiados
en Catamarca se dieron registros altos de
cianobacterias (7-9 especies), salvo en las
lagunas Baya (hipersalina) y Grande (sali-
na), aunque no hubo una diferenciación en-
tre los tipos de ambientes de acuerdo a sus
concentraciones salinas. Lo expuesto en cier-
ta medida podría estar relacionado a una
mayor influencia antropogénica tanto a nivel
de asentamientos locales y, por ende, de las
actividades humanas complementarias (Su-
reda et al., 2005; Sureda y Caziani, 2007 a,
b, c). En el caso de la puna jujeña la región
es de difícil acceso, casi no existen huellas
para recorrerla y sólo pobladores de la La-
gunilla del Farallón conducen sus llamas a
las vegas de Vilama durante el verano, re-
gresando esporádicamente (Caziani y Derlin-
dati, 1999).
La presencia de especies de los géneros
Microcystis, Nodularia, Nostoc, Phormidium,
entre otras, observadas en los cuerpos de
agua incluidos en este estudio deben ser te-
nidas en cuenta ya que son potenciales agen-
tes de floraciones, lo cual conduciría a un
deterioro de la calidad del agua tanto estéti-
ca como para la biota, de acuerdo a diver-
sas bibliografías consultadas. Aunque las
condiciones ambientales en que se desarro-
llan son extremas y ello podría controlar su
proliferación, sería conveniente que este gru-
po sea monitoreado por quienes desarrollan
sus actividades en estos tipos de humedales.
Además, no debe olvidarse la fragilidad de
estos ecosistemas asociada no sólo a causas
naturales sino también a otras como la mi-
nería a cielo abierto. Las perforaciones rea-
lizadas para el suministro de agua están
conduciendo al secado de las vegas o bofe-
dales alimentados por surgentes, que son
unas de las fuentes acuíferas para las lagu-
nas existentes y medios propicios para la
vida de diferentes especies (Mirande y Tra-
canna, 2007).
Son citadas por primera vez Phormidium
inundatum en el Noroeste Argentino y para
Catamarca además de dicha especie: Meris-
mopedia glauca, M. punctata, Synechococcus
elongatus, Anabaena variabilis, Nodularia
spumigena, Nostoc linckia, Leptolyngbya fra-
gilis, Spirulina major, Phormidium autumna-
le, P. breve y P. molle.
AGRADECIMIENTOS
A la Lic. Inés Jaume del Instituto de Ico-
nografía de la Fundación Miguel Lillo por el
pasado en tinta de los dibujos y diseño de la
figura tres.
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Lilloa 52 (2): 122–141, 2015
141
Tabla 2. Distribución de las especies en los sitios de muestreo.
Referencia: x = presencia.